“El Jardín Suspendido”

Fernando Samalea

Independiente –1998

Hay algunos casos en los cuales es absolutamente imposible separar la música de las palabras. Bien, éste es uno de ellos. Es absolutamente imprescindible para la comprensión integral de la obra conceptual  “El Jardín Suspendido” de Fernando Samalea (Bandoneón, batería, percusiones e instrumentos orientales), leer previa o simultáneamente con la escucha, el cuento homónimo, compuesto por ocho relatos, inscriptos en el género “realismo mágico”, de enorme originalidad, fantasía, magia y belleza; adjunto en un libro incluido en la lujosa  edición del CD, que además posee alegóricas ilustraciones de Nahuel Vecino en todas las tapas y contra tapas del pack.

Y El jardín suspendido, es la fantástica historia de un Rai de Bagdad de principios de siglo, el príncipe Dadhimed, y su increíble derrotero en la búsqueda de “otro plano de evolución” para así reunirse nuevamente con su amada Malika; pasando por insólitos acontecimientos y aventuras, pletóricas de ingenio (es genial la alegoría sobre la introducción del bandoneón en Bs. As. y su tratamiento en el relato), lo cual está perfectamente plasmado en la música.

La música, para nada fácil (es bueno advertirlo), no accesible tal vez en un comienzo, sino que es necesario degustar y  macerar; es el feliz resultado de la fusión de aires urbanos, música árabe – oriental, de tango, de rock experimental, es una muy lograda propuesta, oscura, melancólica y de grave belleza; que consigue ser el fiel relato de las peripecias de Dadhimed

El reflejo de esa insólita fusión está claro desde el primer tema “Un Rai cae desde el puente de Soliman”, donde aires de tango quiebran en pasajes orientales que a su vez se entrelazan en partes experimentales, conformando un todo de gran belleza.

Sobresalen también, el rock experimental “Mercader hierático”, que cuenta con la participación del señor Tony Levin en contrabajo; o la oscura belleza de “Malika” (compuesta en colaboración con Kabusacki); o el intenso “La fatalidad de las leyes” con fondos de Kabusacki con sonidos soundscapes sobre los que se desplaza un climático bandoneón. Todo en el marco de una obra pareja y enigmática, donde todo tiene su porqué y su justo lugar, como el tango sampleado “Todo corazón” (Julio de Caro – 1924) incluido en “Transmutaciones”; hasta el melancólico y bello final, casi solo bandoneón  de “Más allá del entendimiento humano”. (Insisto con la lectura del libro).

Participan junto a Samalea, además del mencionado Levin, nuestros conocidos Fernando Kabusacki en guitarras y procesos, Daniel Melingo en vientos; además del músico oriental Nirankar Singh Khansa en percusiones orientales, cerrandoasí esta obra concebida en Tanger(Marruecos), Madrid, Bs.As, y Woodstock (casi como un circulo musical y de influencias); que forma una perfecta parábola, difícil si, pero no menos bella, luego que uno logra penetrar la magia que se nos propone, en un ejercicio poco usual, de resultados encantadores para quienes están dispuestos a buscar un poco más allá.

Ortodoxos abstenerse.

 

Gustavo Bolasini.