Genesis
Calling All Stations
(A Veinte Años de su Edición)
Por Hugo Lagar
I
Introducción
Mi primer labor de naturaleza periodística fue un reportaje realizado a Ray Wilson, entonces flamante incorporación de Genesis y reemplazante de nada menos que Phil Collins, con motivo de la edición del que fuera último álbum de estudio del grupo y para MIX (la revista de la famosa cadena de disquerías “Musimundo” en la República Argentina), el primer viernes de octubre de 1997 y publicada en su Edición Nº 16 (Año 2º) de Diciembre de ese año. Pautada para el mediodía hora argentina, puntualmente nos dispusimos Javier Jijena Sánchez (amigo personal y traductor) y quien escribe a entrevistar a un joven cantante escocés de veintinueve años de edad, destacándose por su corrección y humildad para responder todas y cada una de las preguntas del cuestionario preparado.
Al tiempo de la entrevista, el grupo continuaba con su agenda de promoción de “Calling All Stations”, luego de posponer una gira norteamericana pero con el álbum escalando exitosamente en los charts europeos. Esa sensación de ambigüedad fue el contexto de mi primera labor. La publicación de ese reportaje, acompañado de a un comentario sobre la discografía esencial de Genesis[1] me abrió las puertas para ingresar en la Asociación Argentina del Rock Progresivo, cuyo órgano de difusión es su revista especializada Mellotrón [medio de prensa gráfica más afin a mis intereses y gustos]; y paralelamente, como colaborador “free lance” del programa radial “Gigantes Bajo El Sol” (entonces, en FM Digital 103.1 de la ciudad de Adrogué, G.B.A. Zona Sur), conducido por Marcelo Scévola. Después, he realizado colaboraciones honorarias a medios especializados o no de rock progresivo-sinfónico (radiales y de redes sociales), co-conducción y presentación en algunas Ediciones del Festival La Plata Prog (2014 a 2016), a la fecha y simultáneo a llevar adelante Los Especiales del Guardián de los Cielos en ERDG Radio Web, mi programa radial, relación de amistad con varios músicos locales del género, que perdurarán en el tiempo.
Así las cosas, habiéndose cumplido mis veinte años ininterrumpidos como cronista de conciertos, comentarista de álbumes de rock sinfónico, entrevistador, cubriendo algunas conferencias de prensa y Festivales, colaborando y conduciendo un programa radial, dedico esta revisión de artículo profundizado al álbum y al grupo que me permitió ingresar a este mundo apasionante: “Calling All Stations” (última obra discográfica en estudio y única con Ray como cantante) y Genesis, haciendo un análisis en retrospectiva.
II
Calling All Stations
1
Partida de Phill Collins: ¿Y Entonces Quedaron Dos?
Cuando en Marzo de 1996, Genesis anuncia oficialmente la partida de Phil, toda suerte de rumores y conjeturas se echaron a correr por allí, excepto la disolución definitiva: simple título del comunicado expresaba “Genesis finaliza un experimento de veinte años, decide reemplazar a Phil Collins como vocalista”[2]. Que Fish sería incorporado, por sus colaboraciones en álbumes solistas de Tony Banks [3], o Paul Carrack por su asociación con Mike Rutherford en The Mechanics y su participación en “Watcher of The Skies: Genesis Revisited” de Steve Hackett, etc. Pero lo cierto fue que, dentro mismo del grupo, los fundadores Mike & Tony junto a su manager Tony Smith estaban silenciosamente abocados a la búsqueda de reemplazantes para cubrir los roles vacantes, con varias audiciones; y, a la vez, concurrieron a The Farm (junto a su co-productor Nick Davis) para componer material, de cara a un nuevo álbum de estudio.
Como escribí en mi primera labor, luego de audicionar y escuchar cientos de cintas, la dupla fundadora se decide por Ray Wilson. Decía Tony: “… la voz de Ray sobresalía… tenía una calidad que realmente me conmovió. Su voz es más espesa y me hacía recordar al Genesis de los primeros tiempos.”. Y con opiniones así, luego fue “otra suerte” de esperanzas la que se echó a correr por el mundo: los fans legendarios y veteranos soñaban con un retorno a las fuentes, al estilo musical tan añorado que la banda empezó a cambiar a partir de “Follow You Follow Me” (1º single extraído de “And Then There Were Three”, Marzo de 1978) y que abandonó definitivamente con la edición del álbum “Abacab” en 1981 [4]. Si bien esa asociación con la voz de Peter Gabriel era una buena señal, Ray no era ya un simple desconocido. Dos años atrás había cosechado su primer Top # 1 en el ranking británico, como integrante del grupo “Stiltskin” y su single “Inside” (que también fuera popularizado como jingle para la publicidad televisiva de pantalones Levi´s) en 1994. Hecho que importaba bastante: contaba, en sus espaldas, con algo de experiencia en la industria discográfica y, a la vez, permitiría atraer una nueva generación de admiradores.
Como fuera anunciado en Junio de 1997, Ray ingresó como cantante y con status de miembro oficial de la banda; situación que no le fuera concedida a los dos bateristas elegidos para la grabación de “Calling…” (Nir Zidkyahu y Nick D´Virgilio) ni más tarde al guitarrista Anthony Drennan, convocado solo para las actuaciones en vivo. Época en la cual el nuevo trío también se dispuso a hacer respectiva campaña de difusión de la próxima edición de su flamante álbum: ofreciendo reportajes individuales y conferencias de prensa tanto como presentaciones como cuarteto y en formato acústico [incorporando a Nir en percusión], siendo su primera aparición pública en la TV alemana, Berlín (Alemania, Agosto 26) y, dos días después, en Cabo Cañaveral (Kennedy Space Center-Florida, Estados Unidos, Agosto 28) [5]; editada esta última más tarde como “B Side” de “Shipwreked” en Diciembre de ese año.
2
Calling All Stations
(Álbum de Estudio - 1997)
Temas: Calling All Stations – Congo – Shipwrecked – Alien Afternoon – Not About Us – If That´s What You Need – The Dividing Line – Uncertain Weather – Small Talk – There Must Be Some Other Way – One Man´s Fool.
Músicos: Tony Banks (Teclados) – Mike Rutherford (Guitarras y Bajo) & Ray Wilson (Voz). Invitados: Nir Zidkyahu y Nick D´Virgilio (Batería y Percusión).
Edición: Septiembre 2 de 1997 (Virgin en R.U. y Atlantic en E.E.U.U.).
Producido por: Tony Banks, Mike Rutherford & Nick Davis.
Re-Edición en SACD/DVD: Septiembre del 2007, en 5.1 y Mezclas en Estéreo.
Cuando en mi comentario para la Revista Mix (cadena Musimundo), llamado “Genesis. Discografía Básica”, sinteticé que “… Con la incorporación de Ray Wilson en el puesto de cantante, Genesis vuelve al ruedo con otro disco de transición. Canciones aptas para el consumo (“Congo”, “Shipwrecked”) y canciones más oscuras como “Calling All Stations”, “Alien Afternoon” y “The Dividing Line”, que preanuncian la nueva tendencia hacia la cual parecen dirigirse” humildemente fue una calificación más que atinada en y para ese momento. Ciertamente había mucha expectativa en torno a la edición del álbum por los cambios acontecidos en el seno de la banda y las consecuencias que, en lo musical, los mismos implicarían. A ver… era Phil Collins quien se había separado esta vez, cuya dimensión artística iba mucho más allá que ser el baterista y, por casi veinte años, su cantante y portavoz.
Simultáneamente, en las radios se escuchaba “Congo” (primer corte) así como su espectacular video-clip filmado en Malta se podía ver en las cadenas televisivas musicales de todo el mundo. Sin embargo, uno se disponía a escuchar el álbum y “Calling All Stations” era el primer tema en el orden del mismo. Ambas canciones representaron una tendencia estilística en ciernes, hacia donde el álbum y la banda parecían dirigirse. Un tratamiento de sonido mucho más duro, crudo, pesado (responsabilidad de Mike en las guitarras) y cargado de sombrías atmósferas generadas por Tony en sus teclados, sobre la base de un ritmo fuerte, potente, seco, a cargo el convocado baterista israelí Nir; por más percusión y coros afro-tribales que pudieran distraernos en el vistoso y primer single “Congo”. Cantándolas, una áspera y ronca voz de Ray (poseedor de un registro más afín a Gabriel que a Collins), debatiéndose entre lo enigmático y la desesperación que requiere la interpretación de respectivas letras. Estos dos primeros temas (más tarde, fijos en los set-lits de la gira) eran clara señal de un rumbo, no tan fácil de digerir a primera escucha por las distintas generaciones de fans del grupo.
Recuerdo perfectamente que, en mi cuestionario para Ray Wilson (traducción de Javier Jijena Sánchez mediante), hubo una secuencia de preguntas que cerraron aquel reportaje y particularmente estaban orientadas a obtener la afirmación previa: Genesis comenzaba una tercera etapa perfilando una identidad estilístico musical nueva, siendo otros de sus exponentes “Alien Afternoon”, la notable “The Dividing Line”, “There Must Be Some Other Way” y “One Man´s Fool” (única no interpretada en la gira, de todas las citadas)[6] . No sólo el recién llegado opinó así; la “dupla fundadora” también reconoció este cambio pero no en términos de una consciente decisión. Dijo Tony Banks en la entrevista que le hicieran para el programa radial The Musical Box: “Cuando Mike y yo nos sentamos, componemos lo que nos sale en ese momento. Esto es lo que nos salió esta vez. Es obviamente más oscuro y complejo con la partida de Phil, ya que sus influencias vienen del lado más corto y simple. Cambia un poco por ese motivo, pero no predijimos como iba a salir el álbum, éste es lo que tenemos. Quizás sea una transición hacia otra etapa ya que Ray va a tener más participación…”.[Ob. Citada en Nota 3°, pag. 13]
Además de la canción homónima, otras tres se posicionaban como mejores y potenciales clásicos. Dos de ellas, tienen como denominador común reunir (a la vieja usanza genesiana): a) una duración un poco más extensa; b) esa cuota de riesgo y experimentación que siempre podemos hallar en contadas canciones de un álbum de la Etapa de trío; y c) un equilibrio de performance, nada más lejos del “ego” que pudiera existir en talentosos músicos de este calibre. Me estoy refiriendo a:
1)“Alien Afternoon”, quizás una de las canciones más atípicas de la carrera de Genesis, pero que sobresale por una riqueza de matices y rara alquimia de elementos que porta. Abre con unas entre enrarecidas y enigmáticas atmósferas de teclados, para dar paso a las primeras estrofas acompañadas por una estructura de reggae instrumental (en la personal manera que tiene la banda de tocar este estilo) por Banks y con típicas marcaciones y riffs “en una cuerda” de Mike en la guitarra. Variaciones melódicas desembocan en el estribillo y esta secuencia se repite una vez más. Así la “primer mitad”, con Nick D´Virgilio en la batería (hasta el minuto 4), va cediendo paso –con climas de teclados + riffs a lo “Rutherford”- a la “mitad segunda” en la que Nir toma la posta con su estilo en batería más seco, potente; y Ray cantando en un segundo plano (según la mezcla) respecto del protagonismo instrumental que la dupla tiene aquí (a partir del minuto 5:00): entrelazados agresivos acordes y filosos solos de guitarras por Mike; sobre las bases de teclados y uso melódico de vocoder, cantando las estrofas “We are home” / We are your home”, “We are all your home” a cargo de Tony. Por más extraña que resulte, es una de las mejores y con la particularidad de ser la única canción de álbum en estudio en la historia de la banda en intervenir dos bateristas;
2) “The Dividing Line”, es -para los antiguos fans- la mejor y más progresiva canción del álbum, por más que también porte elementos característicos de esta orientación sonora más oscura, cruda, pesadita y compleja que lo conocido hasta ese momento. Tiene el dinamismo y los cortes típicos del género pero a nadie se le escapa el hecho que es Nir Zydkiahu quien roba todo el protagonismo con su desempeño y solo de batería -sobre una base electrónica de bajo secuenciado-, probando reunir todos los requisitos para ocupar este importantísimo puesto y una sabia elección de la dupla. Contribuye la letra, de contenido crítico sobre las desigualdades sociales de esta sociedad posmoderna y cierto reclamo por valores como solidaridad y dignidad humana. Advertir que el verso final (algo así como “¿De qué te vas a disfrazar?”) da paso a la sensación de incertidumbre generada por el excelso solo de batería y el aporte dramático de la coda final instrumental, con protagonismo absoluto del trío Banks-Rutherford-Zydkiahu. Oh! Casualidad! es una de las pocas que tiene un final intencionalmente abrupto y sin fade out (recurso abusivamente usado en el álbum);
3) A mitad de camino entre las dos tendencias estilísticas advertidas, se ubica una sencilla y emotiva balada cuasi-acústica (cobrando protagonismo la guitarra de cuerdas de nylon) “Not About Us”, retomando así la tradición antigua de canciones de esta clase en algunos discos[7]. Su característica principal está dada por reunir elementos genuinos del “viejo Genesis” y revivir ciertas reminiscencias del pasado grupal. Emotiva por el conmovedor relato sobre la soledad tras la ruptura en una relación de pareja, acompañado de una música de factura sencilla. Señalamos que la composición corrió por cuenta de la dupla Banks-Rutherford pero estamos aquí en presencia de una de las tres canciones que Ray contribuyó como co-compositor. Los viejos fans adoran esta canción y, por su corta duración, se perfilaba como single que terminó siendo (el tercero). Exquisita y lenta pieza musical, con un video logrado. Sólo que no corrió la suerte y el suceso esperado. Sí fue medio idóneo para matizar (en cuanto al orden de los temas en el álbum) el tránsito del nuevo estilo incipiente respecto al desarrollado en la Era Collins, que aún tenía temas representativos.
De allí que escribir “parecen dirigirse” (en potencial) siempre supone algo. Y, en efecto, “Shipwrecked” -tercer tema en el orden, que sería su segundo single de difusión- junto a canciones como “If That´s What You Need”, “Uncertain Weather” y “Small Talk”, nos demuestran que el cambio no fue drástico pues éstas evidencian (especialmente las dos primeras mencionadas) la continuidad del estilo practicado en el disco “We Can´t Dance” (1991). Inclusive, es indisimulable el parentesco que “If That´s…” tiene con “Hold On My Heart”, pudiendo constituir tranquilamente su parte segunda. Más en detalle, hasta podría agregar que todas las canciones convenientemente se editaron en un rango de duración entre los cuatro y nueve minutos promedio, llevando al álbum a una duración total de 67:42 Minutos (factible por formato CD). Por otra parte, la continuidad también estuvo dada porque el grupo -logísticamente- no cambió ni su equipo de producción ni su habitual lugar de ensayos, composición y grabación: The Farm. De allí que debí (en 1997) y deba caracterizar “Calling…” principalmente como un álbum de transición. De la misma manera que “And Then There Were Three” (1978) lo fue respecto a “Wind And Wüthering” (1976): mismo estudio, mismo equipo de producción y doble tendencia estilística. Solo que, después de 1998, no pudo consolidarse ese cambio de rumbo insinuado. Sólo que, esta vez, debió incorporarse nuevo miembro-cantante.
Siempre estuve convencido que “Calling…” fue y sigue siendo un muy buen álbum de transición, portando algunas canciones que (de haber continuado dicha formación) -en un futuro- se hubieran convertido en clásicos ineludibles como la homónima canción, “Not About Us” y “The Dividing Line”. Una buena fotografía de lo que la dupla Banks-Rutherford comenzaba a brindarnos en ese momento, una vez desaparecida la “química” con Phil tantas veces mencionada a lo largo de los años. Pues no podemos atribuir gravitación a aquéllo (poco pero bueno, en la opinión de sus compañeros) que pudo contribuir Ray al tiempo de ingresar a la banda: la co-autoría en tres canciones (“Not About Us”, “Small Talk” y “There Must Be Some Other Way”[8]).
Y ya que estoy refiriéndome a Ray, debo decir que su desenvolvimiento en el álbum ha sido destacado, cantando con su sello personalísimo (voz áspera, de un rango proclive a los graves) y algunos guiños “gabrielianos” impostando sus graves en algunos fragmentos del popero “Small Talk”; o bien, en los temas más calmos e intimistas como “If That´s What You Need” y “Uncertain Weather”. Es en este tipo de canciones (incluyendo “Not About Us” y “Shipwrecked”) donde su voz se aprecia mucho mejor, respecto de aquéllas de tempo medio o más dinámicas. No debe haber sido fácil asumir ese rol cuando, detrás en la historia, constan dos nombres de peso, como lo son Peter Gabriel y Phil Collins. Pero Ray demostró tener dos cualidades esenciales: carácter y agallas para asumir el desafío. En un primer momento, su performance pareció ligarse a la suerte inicial poco favorable que corrió el disco a la luz de la percepción periodística e industria de la música, por más que obtuvo la calificación de disco de oro en U.K. como picar alto en los rankings y las ventas europeos. Sin embargo, el tiempo pone las cosas en su lugar: Ray es un cantaautor con una sólida trayectoria de más de veinte años en la música, una carrera solista que se ha consolidado a lo largo de los años. Su paso por Genesis contribuyó a una mayor difusión de su persona y carrera solista, ganando el respeto y reconocimiento tanto de sus pares tanto como el del público genesiano (que acude a sus conciertos, con manifestaciones recíprocas de cariño); es invitado por otros músicos y flamea la bandera de la música de la banda, mientras que la misma permanece en receso y no da señales de algún tipo de retorno, salvo asistir (algunos miembros) a eventos para recibir bien merecidos galardones y premios.
Mi amigo Andrés Valle, en el análisis del álbum, describe (a partir de las letras, agregaría yo) que el tono general de “Calling…” es melancólico, nostálgico y por momentos muy oscuro; y no puedo más que coincidir con él. Por otro lado, ha sido muy agudo en su crítica, cargando las tintas hacia la “dupla fundadora” hasta en su desempeño musical. Los calificó de muy contenidos en cuanto a su protagonismo y falta de explotación en muchos momentos del potencial que varias canciones tenían para lograr su máxima expresión, dando por resultado el efecto contrario [Obra citada en nota 4°]. Aquí puedo coincidir con él parcialmente, si hacemos el corte en cuanto a la realización en el estudio en sí. Canciones como “There Must Be Some Other Way” o “One Man´s Fool” pudieron adquirir desarrollo instrumental de una extensión aún mayor -a la vieja usanza genesiana-; y sólo la primera de las mencionadas tiene un solo y muestras de virtuosismo (principalmente de Tony Banks,). “One Man´s…”, canción final, nos deja un sabor un tanto amargo porque tiene todos los elementos para erigirse con la grandeza y dar un cierre magistral al disco, respetando la tradición grupal que siempre sentó este precedente con temas de la talla de “Supper´s Ready”, “Los Endos”, “Afterglow”, “Duke´s Travels” + “Duke´s End” o más reciente “Fading Lights” (We Can´t Dance, 1991), con la que uno puede advertir similitudes. La letra de “One Man´s…” es profunda, madura y políticamente conscientizadora, a la cual su música contribuye “in crescendo”. Y cuando, de la mano de Nir Z y Mike, va cobrando vuelo y dinamismo tal que pedía un solo consagratorio final, tristemente nos sorprenden con un “fade out”[9]. Esos mismos que Andrés señalaba, estimo que con un dejo de decepción (porque sé de su amor y pasión por la música de Genesis). Inclusive, algunos “B Sides” contaban con un mejor status artístico para estar en el álbum, en vez de otros más flojos. A diferencia de Andrés, creo que sí hay temas que lograron su “redondez” porque su estructura melódica lo requería así y, es más, debo afirmar que me encantan: “Not About Us”, “If That´s What You Need” y “Uncertain Weather”, los más calmos del álbum.
Ahora bien, si voy más allá del estudio e incluyo las presentaciones en vivo, parte del material del álbum logró alcanzar algo de esa máxima expresión porque la savia nueva de la formación de gira le puso garra a los temas, sintiéndose libres para interpretarlos y dando por resultado versiones más jugadas y jugosas[10] de “Calling All Stations”, la misma “Congo” o “The Dividing Line” (lucimiento de Nir en batería incluído y previsible número fuerte de esa gira), obteniendo respectivos aplausos y ovaciones con público de pié. Pienso igual que Ray en cuanto a que hubiera sido preferible dejarlo en “We Can´t Dance” si Mike y Tony no estaban dispuestos a mirar más allá de un álbum con esta formación [Opinión vertida en “Genesis: El Libro de las Revelaciones”, Cap. 12º, Pág. 324.], aun cuando “Calling All…” es muy bueno en sí mismo y homogéneo en el rubro de la producción.
Dos tópicos merecen su especial consideración: El área percusiva y el área vocal. El rol percusivo fue motivo de largas sesiones de audición, al cabo de las cuales desempeños de dos bateristas fueron destinados al álbum y a los temas “B-Sides”: Nir Zidkyahu y Nick D´Virgilio. El primero -de origen israelí y radicado en Nueva York- participa en la mayoría de las composiciones, los “B-Sides” y, más tarde, en los videos de promoción. Es dueño de un estilo muy potente y personal, cercano al de Phil. En entrevistas, Nir Z ha señalado que nunca se le condicionó en las sesiones de grabación o ensayos para que tocara como Phil. También, que ejecutó con absoluta libertad sus partes para los temas del disco y que –como era obvio y natural- de ninguna manera podía desconocer el estilo Collins, a la hora de interpretar aquéllos de la discografía previa que formarían el set-list de la gira 1997-1998. Nir sobresale notablemente en canciones más dinámicas instrumentalmente, de la talla de “The Dividing Line” o en la parte final de “One Man´s…”; pero, siempre dentro de un equilibrado desempeño requerido para las canciones. Ocho de los once tracks lo tienen detrás de los parches. Mientras que, por otro lado, Nick D´Virgilio se pone al servicio para tocar en las canciones más lentas y sutiles como “If That´s What You Need” y “Uncertain Weather” [donde se advierten detalles percusivos de corte étnico muy interesantes de su parte]; o también en la más proclive al pop “Small Talk”. No fue de extrañar que se convocara a Nick pues -más allá de lo anecdótico que pueda resultar ser un absoluto y confeso fan de Genesis, grabar “covers”- el baterista es muy bien conocido en el ambiente del rock progresivo por integrar el grupo Spock Beard (Neo-Prog) y participar de varios otros proyectos. Tampoco escapa su habilidad para asumir el doble rol en los escenarios: tocar y cantar a la par. “Alien Afternoon” es un capítulo aparte del álbum ya que cuenta con la participación de ambos bateristas: Nick en la primera mitad y Nir, en la segunda. Lo concreto es que tanto Nir como Nick fueron responsables de mantener la calidad artística rítmica, implícitamente dada por descontada en la tradición discográfica de la banda. Y lo hicieron muy bien, excelente. Luego, el que Nir Z prosiguiera y Nick no, fue una decisión que nada tiene que ver con el álbum. Tony y Mike se manifestaron conformes y elogiaron la labor de ambos en Calling All Stations.
El otro tópico es la elección de la Voz, tras la partida del gran Phil. ¿Alguien puede calzarse semejante par de zapatos? Dejemos de lado la posibilidad de hallar un candidato capaz de llevar adelante el doble rol (cantante-baterista), aun cuando audicionar a Nick D´Virgilio aparentemente pudo haber sido con esa intención. Así, el siguiente paso es encontrar el cantante adecuado; y, en Genesis, claramente hay dos tradiciones vocales muy arraigadas y hasta disímiles, bastante lejanas entre sí: Peter Gabriel y Phil Collins. ¿Es posible encontrar una voz capaz de homogeneizar dos rangos vocales tan distintos? No lo creo. El rango de Ray es bastante cercano al de Peter Gabriel y –como he señalado- hay un par de guiños, obsequios, concesiones en la interpretación de temas como “Uncertain Weather” o “Small Talk”. Inclusive, es un lugar común en los fans reconocer un cierto aroma a los viejos tiempos cuando disfrutan de escuchar “Not About Us”. Pero, en el álbum, lo que ha prevalecido y en buena hora es su propio estilo, sello o personalidad. Las canciones fueron, en algunos casos, compuestas o re-adaptadas a su rango y es por ello que su performance vocal es impecable. Ray supo capturar la “atmósfera”, ese tono melancólico, enrarecido, sombrío que se respira y lo trasladó al micrófono. Máxime, si consideramos que no estuvo implicado en el proceso mismo de composición, excepto tres canciones. Otra vez, se mutaba de un estilo muy distintivo y que tantos éxitos había suministrado a la banda (el de Phil Collins) hacia otro que había que empezar a descubrir. En Ray, Genesis encontró un cantante con propia personalidad y bien plantado, con algo más de experiencia al frente del escenario que el mismísimo Phil, al comienzo de la gira de “A Trick Of The Tail” en 1976.
“Calling All Stations” salió al mercado a comienzos de Septiembre de 1997 y tuvo una importantísima campaña de difusión -tanto paralela como posteriormente a su publicación-, a ambos lados del Océano Atlántico. Fue apoyado con la elección de tres cortes de difusión (“Congo”, “Shipwrecked” y “Not About Us”, en ese orden) y sus respectivos videos -con una producción de gran magnitud para su filmación en exteriores- promocionándose en radios FM y canales televisivos musicales de todo el mundo, junto a contadas apariciones en formato acústico por el resto de 1997. La elección de estas canciones poco tenía que ver con esa nueva orientación musical pero eran claros ejemplos de material pre-concebido deliberadamente para competir en los charts y rankings del Mercado. Mercado discográfico que estaba atravesando, entonces, por grandes cambios de reglas de juego.
Como sea, el álbum despegó fenomenalmente bien en Europa, alcanzando el puesto Nº 2 en el ranking inglés y con sus singles subiendo en los charts de ese continente; mientras que una mediocre reacción recibió de parte del mercado discográfico norteamericano. Hecho que tomó por sorpresa al trío y derivó en la cancelación por el Management de una gira programada en el “gran país del norte”. Recuerdo patentemente el tono de voz de Wilson, a través del teléfono, cuando le pregunté sobre esa particular y sensible cuestión. Pese a ello, el álbum tuvo su correspondiente gira de presentación (Europa, de Enero a Mayo de 1998), con la acostumbrada respuesta de siempre por parte del público y llegando por vez primera la banda a Europa del Este. En retrospectiva, hoy en día puede cotejarse que el álbum alcanzó cifras millonarias en sus ventas y se sitúa entre los más vendidos de todo su catálogo. El querido Phil tenía razón cuando dijo “Necesitas paciencia para que los buenos momentos afloren. Pero nadie tuvo paciencia con Calling All Stations”. Lo dejamos allí … (por un par de páginas).
3
Calling All Stations - B Side Tracks
Alguna vez y frente a ciertos álbumes de estudio pertenecientes a grupos o solistas que he investigado profundamente, me he preguntado seriamente: ¿Cuál es el criterio que lleva a un productor a decidir qué temas deben formar parte de un álbum y qué temas no?[11] [14]. A ver, el interrogante no es casual ni se formula gratuitamente. Uno escucha ciertos “Lados B” de hit-singles o “ediciones piratas” de las sesiones de grabación de tal o cual álbum y se quiere “morir”. Las re-ediciones que contienen “Bonus Tracks” no incluidos en las originales o “Archivos” son otros ejemplos… de canciones que quedaron “afuera” pero gozaban de un status ó calidad artística superior a otros “engendros” que terminaron viendo la luz en su reemplazo. Y en Genesis, “para prueba basta un botón”: “Inside And Out” fue lisa y llanamente sacrificado en aras de temas como “Wot Gorilla” (por ejemplo) en “Wind And Wüthering” [1976].
Parafraseando a mi amigo Andrés Valle, en su momento no estuvieron tan errados quienes pensaron que el grupo había perdido una gran oportunidad y no volverían a crear música del nivel de sus primeros años de existencia. Máxime, si entonces únicamente se tomó en cuenta los “B-Sides” “Papa He Said” y “Banjo Man”, como laderos “Congo”. Luego, “Phret” y “7/8”, instrumentales, acompañaron al single “Shipwrecked” (Diciembre 1997). No hubo nada que objetarle a Andrés porque ello fue lo que conocimos cuando la edición de ese número de mi añorada Revista Mellotrón cerró y se publicó. Sin embargo, ya en 1998, se cortó el tercer single del álbum –mi preferido “Not About Us”- y fue acompañado por varios “B-Sides” de estudio que se grabaron en sesiones del álbum pero no tuvieron la dicha de entrar en la edición final. Me estoy refiriendo (obviamente) a “Anything Now” -un tema dinámico e interesante- y “Sign Your Life Again”, que confirman aquella tendencia estilística más sombría, dura, cruda y pesadita que mencioné antes; y que el propio Ray lo ratificara en la entrevista. También se deja escuchar un interesante lento llamado “Run Out The Time”, erigiéndose en verdadera joya pero atípica (como “Alien Afternoon”), donde Ray hace abuso del idéntico rango vocal al de Gabriel, incluyendo falsetes y brindando la cuota necesaria para convencer y deleitar a los fans más ortodoxos y veteranos de la banda. Si bien no exactamente se inscribe el tema en la tendencia estilística a la que parecían dirigirse, recuerdo haber afirmado que el álbum representaba una transición. Y en este sentido, “Run Out The Time” sí pudo haberlo integrado y con pergaminos.
Desde luego que no es fácil predecir qué hubiera sucedido en la opinión de los fans y la prensa musical especializada si estos tres temas o el casi recientemente resucitado “Nowhere Else To Turn” [publicado en “The Ray Wilson Lost Tracks”, álbum de archivo de Ray Wilson, disponible sólo en internet, a través de su Web Store]. Particularmente, pienso que esta canción integra el mismo grupo que “Run Out The Time” o los temas ya mencionados. Lo curioso es que nunca fue editada por la banda antes, habiendo solo comentarios acerca de su existencia] y sí hubieran integrado la nómina oficial, en reemplazo de otros más prescindibles. Arriesgo en afirmar enfáticamente que quizás hubieran obligado a la división, rompiendo relaciones diplomáticas con la larga Era Collins (que atrajo a una cantidad millonaria en fans, alrededor del mundo) y tal vez persuadiendo “con beneficio de inventario” a los viejos fans “gabrielianos”, por las reminiscencias propias de la afinidad de rango vocal antes que por aceptar lisa y llanamente estos elementos estilísticos nuevos que sí se advierten en tales canciones. Habiéndolo calificado como “álbum de transición”, quizás una segunda obra con esta misma formación hubiera evacuado las dudas; pero esta cuestión en particular dejo para la conclusión…
4
Calling All Stations Tour 1998
Set-List (*): No Son Of Mine – Land Of Confusion – The Lamb Lies Down On Broadway – Calling All Stations – Alien Afternoon – Carpet Crawler – There Must Be Some Other Way – Domino (Parts 1 & 2) – Shipwrecked – Firth Of Fifth (Instrumental) – Congo – Home By The Sea – Second Home By The Sea – Acoustic Section [Dancing With The Moonlit Knight (excerpt) – Follow You Follow Me – Supper´s Ready (Lover´s Leap) – Not About Us] – Mama – The Dividing Line – Invisible Touch – Turn It On Again.
Bises: Throwing It All Away – I Can´t Dance.
Músicos: Tony Banks (Teclados, guitarra acústica y coros) – Mike Rutherford (Guitarras eléctrica y acústica, bajo y coros) & Ray Wilson (Voz líder, percusión adicional y armónica en “I Can´t Dance).
Músicos Invitados: Anthony Drennan (Guitarras eléctrica y acústica, bajo y coros) – Nir Zidkhayu (Batería y percusión).
(*) Aclaración: www.genesis-news.com: Genesis – Calling All Stations Tour 1998 – Tour report es la fuente consultada. Pero, según pude constatar, “Hold On My Heart” fue interpretado en algunos shows de la gira, tanto como “That´s All” formó parte de los ensayos y puestas con poco auditorio. En sí, siempre suele haber cambios de set-list. Pero el expuesto fue, en líneas generales, el ejecutado a lo largo de la gira.
Tras la dura decisión de tener que cancelar la gira norteamericana por falta de interés, Genesis se dispuso a ensayar desde fines de 1997 con la nueva formación completa y de cara a la Gira Europea programada para iniciar el 29 de Enero de 1998 y por espacio de cuatro meses, siendo la primera vez que se incluyen ciudades de Europa Oriental en ese calendario. Desde luego, los cambios acontecidos portaban consigo los propios del diseño de show y escenario, con una puesta mucho más sobria pero distinguida.
Para empezar, uno de los principales atractivos de los shows del grupo había perdido su razón de ser, con la partida de Phil: tener dos bateristas en el escenario. Dada la doble condición de Phil (cantante y baterista), se necesitaba uno para que lo cubriera, mientras él estuviera al frente cantando; y vaya el status de los convocados en el pasado: Bill Bruford (1976) y Chester Thompson (1977-1993). Pero, como el repertorio de Genesis se caracterizaba por buenos y -a menudo- extensos segmentos instrumentales, los duetos y duelos de bateristas fueron una pintoresca e importante parte de los show. Ahora ya no era necesario y hubo que optar entre los convocados para el álbum. Opinaba Tony sobre la cuestión [TMB Tmb-mag # 1. “Entrevista a Tony Banks…” ya citada en Nota Nº 3. Pág. 15]: “Los dos son muy buenos pero no tiene demasiado sentido tener a los dos en un escenario. No tendrían suficientes cosas para hacer. Vamos a usar a Nir en vivo ya que él puede manejarlo todo. Nick es muy bueno pero no tan bueno en las partes más pesadas. Entonces, no podría hacer todo. Nir tiene un estilo pesado maravilloso y definitivamente puede tocar perfectamente los temas más livianos donde tocó Nick.”.
Otra de las novedades –capitalizando la experiencia 1997 de haber hecho las primeras apariciones públicas y televisivas en formato acústico- fue la incorporación, al promediar cada show, del mini-set acústico de tres o cuatro canciones (variables, según las fechas), matizando material de las tres etapas por igual: “Supper´s Ready (Lovers Leap)”, “Dancing With The Moonlit Knight (excerpt)”, “Follow You Follow Me” y “Not About Us”. De esta manera, Genesis se “aggiornaba” a una moda en los conciertos de entonces, establecida por la Cadena de Televisión MTV (con filiales en cada continente), a partir del famoso programa “MTV Unplugged” (aunque sospecho que esta tendencia, así, había sido tomada en cuenta por la banda).
Antes del comienzo formal de la gira (29/01/98, en Budapest - Hungría), hubo varias puestas en práctica con la formación eléctrica, ante pequeñas audiencias : el 15/11/97 en Copenhägue (para la radio dinamarquesa); el 13/12/97 en los Estudios de la Radio RTL en París (Francia), con un set de aproximadamente ochenta minutos y cuya parte acústico se utilizaría como “B Side” que acompañaría al tercer single de difusión: “Not About Us”. Esta práctica parisina puede escucharse en dos ediciones piratas, denominadas “Practice Makes Perfect” y “Small Talking in Paris”. Ya en el nuevo año (23/01/98) y a pocos días de girar, presentaron lo que sería “un concierto completo” ante periodistas y miembros de los Fans Clubs europeos –acreditados todos para la ocasión- en los Estudios Fílmicos Bray (Maindenhead, Reino Unido). Locación donde estuvieron ensayando previamente con la puesta de escenario total que irían a emplear. Un escenario simple y amplio, con una excelente puesta de luces acorde y sistema de sonido (dos notas típicas e infaltables en los show de la banda), más telón de fondo apto para proyecciones y efectos, fue el marco adecuado para concentrarse en una propuesta musical –al fin de cuentas, lo más importante- que iría mucho más allá de la presentación del álbum “Calling…” puesto que el repertorio elegido comprendió también material que importó un repaso por las dos etapas previas, para satisfacción de todas generaciones de fans del grupo. De hecho, en algunos tramos de la gira, los shows fueron promocionados bajo el lema “Genesis Through The Ages”, tal como lo testimonia la crónica de Lautaro Amiune para la Revista Mellotrón[12]
Con esas presentaciones radiales y eventos especiales durante el 1997, Genesis arribó a la gira desenvolviéndose musicalmente tan sólido como siempre pero con la expectativa en ciernes de comprobar cómo funcionaba la formación nueva, habida cuenta de las importantes sustituciones hechas. Ya no estaban sus viejos compañeros de ruta Chester Thompson ni Daryl Stuermer. En el escenario, una nueva generación acompañaba a Mike y Tony. Esta legendaria banda se la veía y escuchaba revitalizada con estos tres jóvenes talentos. Su flamante cantante Ray era el centro de todas las miradas y no era para menos: tenía que cargar en su mochila la presión de suplir los casi veinte años del gran Phil al frente del escenario (tarea nada fácil, por cierto) y persuadir, prescindiendo de dotes actorales que caracterizaron tanto a Peter como a Phil. Nir y Anthony, en ese orden, también debieron someterse al escrutinio de los fans: hay un estilo de batería marcado a fuego por Collins y Nir Z era perfectamente consciente de ello, es una referencia/influencia fuerte para todo baterista. Y el israelí supo estar a la altura de lo requerido, solo que con suma potencia. Estimo que para Anthony, esta oportunidad no debió resultar difícil pero sí un desafío: su carácter es bien distinto a Daryl y más allá de ajustarse a lo requerido para el viejo material, se manejó con absoluta libertad y creatividad a la hora de ejecutar los temas de “Calling All Stations”, llevándolos junto a Mike un paso más allá en su evolución. En sí, igual a Daryl en ello y en el hecho de incursionar en el bajo. Mi personal impresión, luego de ver videos de varias presentaciones del tour (además del concierto televisado en Katowice, Polonia. 31/01/98), es que esta generación de nóveles músicos le imprimía una garra y una potencia notable al repertorio, haciendo honores al legado musical antecesor tanto como disponer de una mayor soltura y libertad en la interpretación del nuevo álbum. Incluso, Tony Banks llegó a decir que: “La gira en sí fue fantástica, lo pasamos bien. Disfruté mucho haciéndola porque con los tíos más jóvenes como Nir Zydkhayu a la batería y Anthony Drennan a la guitarra, así como Ray, éramos un nuevo grupo, era más fresco. Mike y yo nos sentíamos como viejos lloricas veteranos del jazz teniendo paciencia con los jóvenes valores; me gustaba eso.”[13][20].
La banda se aseguraba el comienzo de cada show con éxitos radiales y clásicos probados -tales como “No Son Of Mine”y “Land Of Confusion” y “The Lamb Lies Down On Broadway”- para después sí presentar material de la incipiente tercera Afternoon”]. Otro momento clave era el ya citado mini-set acústico, promediando el concierto, con los músicos al frente tocando guitarras acústicas y percusión, con Ray dirigiéndose al público mucho más distendido, como si estuviera en el living de su casa. También, el segmento acústico, mucho más intimista, permitía apreciar mucho mejor el rango de la voz de Ray. Es decir, ambos momentos del show (sets eléctrico y acústico) fueron claros ejemplos de lo que representaba la propuesta en sí: transitar tranquilamente desde las más recientes y radialmente exitosas canciones de la era “Collins”, sin olvidar algunos clásicos gabrielianos, hasta arribar al nuevo material que estaban presentando; interpretándolos a todos por igual, en cuanto a calidad. También, fue previsible aprovechar el rango vocal de Wilson por su potencial y afinidad para añadir más material de la época gabrieliana que lo que fue costumbre hasta la gira de 1992. Aun así, repasando el set-list de la gira, el material elegido fue muy bien equilibrado. No por casualidad se tomó el slogan “A través de las Eras”.
En el escenario, a Ray parecía no pesarle mucho la mochila de sustituir a sus ilustres antecesores en el rol de vocalista. Sin contar con la mística teatral de Peter o el carismático humor de Phil -que aseguraba instantánea respuesta del público-, poco a poco fue afirmando su propia personalidad como front-man de la banda, delineando su propia manera de vincularse con la gente. A saber: contaba anécdotas de su incorporación al grupo, cómo se compuso “There Must Be Some Other Way” ó sobre las canciones que irían a tocar seguidamente, arengaba a participar en los estribillos y ciertas estrofas de algunas canciones, las típicas presentaciones de sus compañeros o, en los bises, invitaba al escenario a bailar a alguna señorita. Sacaba sus papelitos para hablar en checo, polaco o el idioma de cada lugar. Era habitual en él desplazarse por todo el escenario mientras cantaba, mirar al auditorio o a veces tocar la pandereta.
En el rubro instrumental, poco importaban las conocidas performances de Mike y Tony -el público las disfrutaba, dándolas por hecho-; pero, como afirmé ya, lo que sí merecía atención era el modo de relacionarse ambos musicalmente con Anthony y Nir sobre el escenario, así como los desempeños de estos nuevos “músicos de gira”. Ya lo dije: a Anthony se le otorgó la misma clase de libertad interpretativa en vivo que aquélla concedida a Daryl Stuermer en pasadas giras con el grupo (1978-1993). Sólo que Anthony no tuvo mucho tiempo de preparación para avanzar en esa libertad, a diferencia de Daryl. Daba gusto escuchar su sello guitarrístico en los temas del álbum nuevo (“Calling All Stations”, “Congo”, “The Dividing Line” en especial), incluyendo interesantes diálogos e intercambios de solos, riffs o marcaciones con Mike; tanto como asumir partes de guitarra solista que discográficamente estaban a cargo del gran Steve Hackett -realizándoles algunas variaciones propias- y tocar el bajo preferentemente en la mayoría de las canciones del período 1978-1993[14] [22]. Cumplió su rol, mereciendo el calificativo de “estelar” por parte de Mike: “… nos entendimos muy bien, a pesar de que apenas nos conocíamos…”[15].
Por su parte, otro novel invitado que estuvo bajo las atentas miradas del público genesiano fue Nir Z, en batería y percusión. Su responsabilidad -en esta fase- fue doble pues no sólo se erigió en el puesto de uno de los bateristas más reconocidos y requeridos del mundo Rock & Pop, sino que debía cargar sobre sus espaldas el hecho de ser único baterista, luego de más de dos décadas de doble batería en los shows. En este sentido, la distribución de escenario se vio un tanto rediseñada y había que acostumbrarse a la añeja disposición zonal de la Etapa Gabriel. Quienes presenciaron conciertos en vivo y en directo afirmaron que el área percusiva estuvo salvaguardada y que la performance de Nir debía calificarse como “sobresaliente”, contando con su previsible y propio momento de pleno lucimiento durante “The Dividing Line” (quizás la mejor y más progresiva canción de “Calling…”). Sólido, contundente y aportando el basamento rítmico sobre el cual se desenvolvía el resto de los músicos. Crucial en canciones como “Home By The Sea”, “Second Home By The Sea” o “Domino”, en las que la dinámica, cortes y cambios de ritmos hacen a la esencia, estructura misma de estas composiciones. Algo que ya se evidenciaba desde el álbum de estudio en sí y tornaba obvia la decisión de los miembros fundadores para elegir cuál de los dos bateristas invitados sería convocado para la siguiente fase.
Al público europeo se puede observarlo como siempre en estos conciertos, participando y ovacionando como en cualquiera de las giras previas, coreando los estribillos pero celebrando particularmente cuando las canciones de la Era Gabriel comenzaban tanto como terminaban. Los propios músicos reconocen y cronistas afirman que la nueva conformación fue consolidándose con el correr de los shows dados en las ciudades europeas, llegando a nuevas plazas (en la Europa Oriental) nunca antes establecidas en la agenda. Por lo que nada hay que objetar respecto a la propuesta de show y repertorio concebida para esta Gira. Inclusive, lograron llegar a una nueva generación –como puede verse en la televisación del concierto de Katowice, del 31/01/98, o leerse en la crónica de Lautaro Amiune para la Revista Mellotrón- que venía a acompañar a sus padres o hermanos mayores, quienes crecieron escuchando las obras discográficas de las gloriosas dos eras previas: 1968-1975 (Gabriel) y 1976-1992 (Collins). La gira europea puede considerarse exitosa y tuvo su cierre el 31/05/98 con el Festival “Rock-Im-Park”, en Nüremberg, Alemania. A esa altura, con la consolidación de la nueva formación intergeneracional, quizás lo más apropiado hubiera sido tomar un descanso y tal vez considerar una segunda fase visitando otros continentes y a nuevas plazas. Tal vez, “capitalizar” ese momento y grado de conocimiento interpersonal y retornar a “The Farm” para un nuevo álbum. Solo que, paradójicamente, fue el punto final de la nueva experiencia[16].
5
Conclusiones
Simultáneamente a la fase final de la gira europea, la agenda genesiana incluía promover la postergada edición de “Genesis Archive: 1967-1975”. La primera Caja, de cuatro álbumes, que reúne la presentación en vivo y en forma completa del álbum “The Lamb Lies Down On Broadway” junto a otros temas en vivo, material y demos correspondiente a la Era Gabriel. Se programó mediante una conferencia de prensa en el Aeropuerto de Heathrow (Mayo de 1998) y contando con la presencia de sus ex compañeros Phil Collins, Peter Gabriel, Steve Hackett, Anthony Phillips y John Silver. Edición que tiene lugar al mes siguiente (Junio de 1998) y logró alcanzar un aceptable puesto Nº 35 en el Reino Unido.
Acto seguido sobrevino un período de inactividad grupal; interregno en el cual Mike Rutherford aprovechó para dar espacio a la carrera paralela junto a Mike + The Mechanics. A nivel grupal, quedaba el compromiso pendiente de trabajar en y para editar la Segunda Caja (“Genesis Archive 2: 1976-1992”). Todas movidas en la segura y previsible tierra de la nostalgia. Subsiguientes meses de silencio alimentaron sólo incertidumbre y ansiedad en la joven guardia que los acompañaba en esa incipiente tercera etapa. La “pulseada” entre dar continuidad al proyecto o no, se resolvió por la negativa y se dispuso comunicarles a los recién llegados la decisión; y, así, dar por concluida esa brevísima Etapa 3 de la banda. Los tiempos y la Industria Discográfica estaban cambiando, entonces. El gusto de las nuevas generaciones, también. Ni si quiera el suceso europeo del álbum (sea a nivel gira como rankings y ventas) tuvo la fuerza suficiente para persuadir las convicciones de Mike y Tony; ni “suavizar” las amarguras que la cancelación de la parte norteamericana de la gira trajo aparejadas.
Es bastante peculiar lo que ha sucedido con esta banda, que se caracteriza por ser prolija y meticulosa en lo que concierne a los pasos a dar en su carrera: apuesta por la continuidad tras la partida de su líder indiscutido, en la percepción pública principalmente durante la década de los Ochentas (Phil Collins). Edita un muy buen álbum –“Calling…”- que naturalmente puede calificarse como “de transición” entre el estilo practicado en los últimos tiempos junto al calvo baterista y una orientación estilística nueva; que se vislumbraba como más oscura, densa, cruda y donde -como me dijo Ray entonces, en la entrevista- “… Personalmente, no nos interesamos por el suceso comercial: el objetivo es componer buena música. No es pop, se busca tomar elementos más rockeros y cosas del progresivo”. Y sin pausas en el tiempo, luego de cumplir con una exitosa gira de presentación por Europa, dar por finalizada esta etapa sin más y con el único costo (valorado, tal parece, como muy gravitante) de considerarse lisa y llanamente ignorados en los Estados Unidos de Norteamérica.
Veamos qué opinaron los dueños de la banda. Tony Banks manifestó “… programar nuestra propia autoinmolación, en lugar de seguir aferrándonos a un clavo ardiendo y procurarnos una muerte bastante desagradable y lenta” y “… mucha gente había comprado el disco por curiosidad, y que la mayoría no comprarían otro disco con esta nueva formación” (adjudicando esto último al pensar de su compañero); mientras que Mike opinó que “Tras la grabación de Calling All Stations, pensé que había dos opciones. Una era intentar relanzar Genesis haciendo un ciclo álbum-gira-álbum-gira durante tres años. Pensaba que ésa sería la única manera de asentarnos. Si íbamos a seguir adelante tendríamos que crear una nueva identidad muy deprisa. Pero seguía inclinado a Mike +& The Mechanics, y concentrarme en construir una nueva identidad para Genesis hubiese significado no seguir con The Mechanics. Al final pensé que el camino iba a ser demasiado largo. En ese punto de mi carrera… no tenía la energía de hacerlo otra vez. Tony y Ray hubiesen continuado. Yo no me veía capaz de estar a la altura de lo que se requería.”. Por su lado, Tony Smith, el manager, fue un poco más allá en sus conclusiones: “Si escuchas Calling All Stations, desde un punto de vista compositivo, hay cosas muy logradas. Tanto, diría, como en los anteriores discos. Desgraciadamente, no pudimos encontrar al front-man y cantante adecuado que estuviese a la altura de Phil. No creo que esa persona no existiera. Simplemente, no la encontramos. Ray Wilson hizo un trabajo bastante bueno, pero ese papel le venía grande y admiro a Ray por tener las agallas de intentarlo, pero, pero no había duda de que no era tan potente en directo. Y de todos modos, el disco salió en un momento en el que el grupo no estaba en absoluto. Incluso, si hubiésemos sacado un disco con Phil Collins no sé cómo habría sido acogido. El cambio en los gustos y en la percepción del público había sido enorme. Y aún así, mucha gente considera Calling All Stations un disco fallido, pero vendimos más de un millón de copias.[17]
Mike Rutherford y Tony Banks se encontraban, luego de aquella de Gira 1998, en las puertas de su tercera década de carrera, al frente de Genesis, con posiciones personales y de trayectoria absolutamente consolidadas, escasas o sin asignaturas pendientes. A una altura de sus vidas absolutamente distinta a las de la nueva savia: Ray Wilson, Anthony Drennan y Nir Z. Con bastante más que arriesgar y perder, en términos de una trayectoria artística de creciente prestigio y suceso comercial, en la percepción pública, si hubieran decidido continuar. Ciertamente, no estaban a una altura de sus vidas y con expectativas para afrontar por tercera vez el desafío (ahora) de sostener y construir una identidad junto a una nueva generación de músicos, que los estaban acompañando. Generación que sí tuvo la actitud y la garra de afrontar el desafío y comprometerse con el proyecto.
Genesis siempre fue una banda que se mantuvo fiel a sus propias convicciones y que conocieron, en otras épocas, momentos cruciales de separaciones y eventuales desintegraciones, resurgiendo de las propias cenizas. Algunas veces encontraron la solución incorporando nuevos miembros, otras veces encontrando la respuesta en su propio seno y apelando a sus propias capacidades (achicándose cada vez más), sus propias fuerzas. Superaron las partidas de Anthony Phillips, Peter Gabriel y Steve Hackett. Mutaron de orientación estilística también, tras las partidas de Peter y Steve … y la banda siguió tocando, alcanzando la cima de su éxito comercial y popularidad hacia el interregno 1986-1992. Les guste o no a la dupla fundadora, la figura de Phil acaba siendo determinante para el ADN de la banda y en la percepción pública, bien señalada en las palabras de Tony Smith. Entonces y a la luz de la post-experiencia “Turn It On Again-The Tour” (2007): ¿Debieron continuar tras la partida de Phil, si no estaban preparados para afrontar (sean cuales fueren) los efectos de “Calling All Stations”?
Entiendo que no es fácil para la gran comunidad universal de fans genesianos concebir la banda sin Phil, Mike & Tony. Piénsese que aún hay ortodoxos que creen que Genesis sin Gabriel o Hackett no es tal… y otros que todavía nos preguntamos por qué Chester y Daryl no tuvieron la oportunidad de ser miembros plenos, si por plenitud entendemos que debieron participar en álbums de estudio. La afirmación “Genesis sin Phil no es Genesis” tiene el status de dogma en la comunidad genesiana. Y sin embargo, “Calling All Stations” era una buena carta para reivindicarse, barajar y dar de nuevo… demostrar y demostrarse que hay vida más allá de “Phil Collins”. De la misma manera que, en su momento, demostraron que había Genesis, más allá de Peter Gabriel y de Steve Hackett, también! Simplemente no hubo convicción de continuidad, Tony y Mike no quisieron salir –en cierta forma- de la Zona de Comfort que habían construido hasta 1992, mayormente junto y con Phil.
Me gusta “Calling All Stations”, me gustaba esa actitud de re-significarse una vez más y acudir en esa dirección que estaban insinuando. Mucho más definida en los “B-sides” del tercer single “Not About Us” que en algunos temas que integraron la nómina del álbum propiamente dicho. Instrumental y compositivamente intacta, con una nueva savia en sus filas dispuesta a dar batalla y arriesgar. Y, al concluir la gira en Mayo de 1998, en una más óptima condición, dado su grado de conocimiento interpersonal y musical mayor y mejor. Los protagonistas más jóvenes tenían firme convicción que otro álbum con esta misma formación hubiera sido mucho mejor. Los originarios, también. Había potencial y espíritu de grupo para llevarlo adelante[18] .
Hubo quienes pensaron que “Calling All Stations” era muy buen álbum, solo que no pudieron asociarlo como un álbum de Genesis. Perdón… ¿Acaso Abacab tiene un punto de contacto con el pasado genesiano? Su único denominador común con el pasado era el haber sido concebido por los mismos músicos que se conocían bajo el nombre grupal “Genesis”. Se suele invocar como argumentos expresiones tales como “evolución”, “necesidad cambio de orientación estilística”. Los mismos que son atribuibles a “Calling”. Así que no me vengan con la excusa del “cambio de reglas de juego del mercado discográfico vigente a fines del siglo XX”… A veces me pregunto si debieron cambiar de nombre. Porque, esencialmente, se trató de una nueva banda, una nueva orientación estilística… solo que con un par de viejos rostros y nombre ilustre, prestigioso… que pudo convertirse en una piedra tan pesada que ni Dios podía levantarla (apelando a esa paradoja popularmente conocida como “de la omnipotencia de Dios). Pero, claro, esa hipótesis coloca fuera de la trayectoria de Genesis a esta gran obra discográfica, que –en su tiempo- bien representó un desafío. En mi opinión, “Calling All Stations” guarda una mayor similitud con la etapa “Post-Hackett” -en la que se embarcaron hacia un nuevo rumbo estilístico, mucho más accesible a las radios FM y patente a partir del single “Follow You Follow Me”- que con aquélla subsiguiente a la partida de Peter; en la que sólo se desprendieron de los elementos teatrales de su “hasta entonces” cantante pero se mantuvieron fieles a la tradición sinfónico-progresiva. A diferencia, “Calling” no es tan accesible, agradable o apto para la masividad. Requiere de una mayor atención. Es osado, en cierto modo.
Lo cierto fue que Genesis se encontraba ante una oportunidad histórica pero la decisión de no continuar afectaría notablemente en el ánimo tanto a Ray como a Nir, retornando a tratar de rearmar sus vidas y carreras profesionales. No tanto para Anthony, quien proseguiría incrementando su currículum artístico (que ya bastante frondoso era entonces) y sería vuelto a llamar por Rutherford. Solo que, esta vez, para el resurgimiento de Mike + The Mechanics en el 2010, de la mano de un nuevo álbum (“The Road”) y nueva formación. En todo caso, no fue en vano: el álbum nos dio la posibilidad de conocer a un entonces joven cantante escocés, quien –a partir del espaldarazo que importa pasar por una banda de la talla de Genesis- construyó una carrera en solitario enorme y sólida que ya lleva poco más de veinte años vista. Y que siempre promovió y defendió el material de “Calling” como si fuera su propio hijo. Año tras año, gira tras gira. Algunas veces, con Nir Z formando parte del seno de su banda. En los fans, nunca escuché ni leí un cuestionamiento a la voz y rol de front-man de Ray (el miembro más expuesto al riesgo en la movida), como tampoco a los músicos invitados. La profesionalidad de cada uno de ellos jamás fue vetada. Esa gira europea los mostró sólidos e impecables, tanto a los jóvenes como a los dos veteranos. Génesis se encontraba ante un nuevo desafío. Era tan sólo cuestión de tiempo; sin embargo, como dijo nada menos que Phil, “… Necesitas paciencia para que los buenos momentos afloren. Pero nadie tuvo paciencia con Calling All Stations”[19] . Y, en cuanto a Banks y Rutherford, ya lo expresé: llegaron a una edad en sus vidas donde ya nada tenían que demostrar ni demostrarse a sí mismos; donde sus inquietudes eran otras y no pasar de nuevo por ciertas exigencias (o “no tener las energías”) que impone un resurgir, junto a estos tres jóvenes músicos. Una pena, realmente.
Hugo Lagar, Septiembre del 2017.
Fuentes Consultadas:
Dodd, Philip. “Genesis. El Libro de las Revelaciones”. Global Rhythm. Primer Edición en Castellano. Barcelona, 2007.
Genesis, Álbumes: “Genesis Archive # 2 (1976-1992)”. Libro Interno. Virgin Ltd., 2000; y “Calling All Stations” Libro Interno. Virgin Ltd., 1997.
Genesis Web Site: www.genesis-music.com & www.genesis-new.com
Lagar, Hugo: “El Pibe Nuevo” & “Genesis: Discografía básica”. Revista Mix, Año 2 – Edición Nº 16 (diciembre de 1997)
Mellotrón Magazine. Ediciones Nº 15, 20, 28 y 34. Bs. As., E/1997-2005.
The Musical Box Producciones. Tmg-mag #1. “Entrevista a Tony Banks”. GyM Editores. Buenos Aires, 1997. Pág. 12 y s.s.
You Tube. Videos de la banda (correspondientes o reminiscentes de/a ese período 1996-1998) publicados en www.youtube.com
[1] El reportaje llevó por título “Genesis: El pibe nuevo” -ciertamente una idea de Daniel Riera- seguido del comentario titulado “Genesis. Discografía Básica”. MIX La Revista de Musimundo. Diciembre 1997/Año 2 – Nº 16.[2] Extractado del Libro Interno de “Genesis Archive # 2: 1976-1992”. Virgin Records Ltd., 2000. Página 51[3] En The Musical Box (Programa Radial de Rock Progresivo) -septiembre de 1997- se entrevistaron a Tony Banks, quien –en una pregunta alusiva- respondió: “Fish nunca fue tomado en cuenta para el trabajo. He trabajado con Fish, me gusta mucho él y me gusta mucho su voz. Creo que no podría cubrir toda la gama de Genesis. Simplemente no está dentro de sus posibilidades. No es buen cantante para lo que yo llamo “melodías escritas”. Es excelente para cantar melodías que le salen naturalmente a él… Dado que una parte muy importante de Genesis se basa en ese tipo de situación pensamos que ese no era el camino a seguir. Por otro lado, eso te pone dentro de una casilla por la conexión original entre Genesis y Marillion y todo eso. Pienso que hubiera sido un error. Teníamos interés en encontrar a alguien que viniera de otra área y ver qué salía de allí. En Ray encontramos alguien muy versátil, que puede manejar todo tipo de situaciones. Además, nos puede llevar a uno o dos áreas nuevas donde nunca antes estuvimos…”Tmb –mag #1. Entrevista a Tony Banks. GyM Producciones. Bs. As., 1997. Pág. 15[4] A título ilustrativo, cito a Andrés Pablo Valle [Editor de Mellotron Magazine], en oportunidad de comentar la edición flamante de “Calling All Stations”, como parte de un completísimo Suplemento titulado “El Cordero Agoniza en Broadway”: “Genesis se halló, gracias a la partida de Phil Collins, ante una oportunidad histórica. Los seguidores del grupo desde la década del 70 soñaban con que al irse el “responsable” de la comercialización del sonido del grupo, éste volvería a sus raíces y retomaría la línea épica de sus trabajos hasta Wind And Wüthering” o, con mayor amplitud, hasta Duke…”. En la Revista Mellotron. Año 2º, Nº 15, Septiembre de 1997 (Bs. As., Argentina). Pag. 13 y s.s.[5] Quedaba claro que tales performances tuvieron por objetivo presentar a los nuevos y jóvenes músicos (Ray y Nir) así como las cualidades vocales de Ray para disipar dudas sobre su pericia al interpretar temas de ambas etapas previas (por incluir “No Son Of Mine”, “Lover´s Leap” & “Turn It On Again”) y anticiparnos “Not About Us”.[6] Extracto la secuencia del reportaje: Hugo Lagar: “En los 70´s, con Peter Gabriel, Genesis era puro virtuosismo y teatralidad… En los 80´s, un estilo un poco más comercial, pop si se quiere. ¿Y en los 90´s, Ray? Ray: “Rock… rock and rol”. HL: ¿¿¿Rock and Rol??? Ray: (se ríe) En serio, rock, un poco más heavy…” JJS: ¿Heavy como qué? ¿Como Metallica? Ray: No como Metallica, no (se ríe). Como el tema “The Dividing Line”; algo más progresivo, denso, oscuro… Nada de Pop.”. Revista MIX. Obra citada en Nota Nº 1[7] Recordar, a modo de ejemplo: “Entangled” y “Ripples” [desde “A Trick Of The Tail”]; “Your Own Special Way” [en “Wind And Wüthering”]; “Snowbound” [“And Then There…”]; “Alone Tonight” [“Duke”] y “Open Door” [“Three Sides Live”]; ó en E.P.: “Inside And Out” (1º Parte)
[8] Durante los conciertos de la Gira, cuando llegaba el turno de tocar “There Must Be…”, Ray solía contar la anécdota acerca de cómo crearon la letra. En el show de Katowice (Polonia, 31/01/98), manifestó: “… Había recibido una llamada telefónica, hace dieciocho meses, de manager de la banda, preguntándome para reunirme para una audición con la banda. Y, durante la misma, Mike & Tony tenían compuesta una pieza musical y ellos me llamaron. Entonces, me encontraba al lado de los miembros de Genesis que he escuchado por años… me dijeron: canta algo!... No me dijeron qué cantar… canta algo! Imaginen Uds. cuan doloroso me sentí… y, por alguna razón, detrás en mi cabeza, estaba la expresión “Debe haber alguna otra forma”…” dando comienzo a la canción.
Transmisión del show por TVP1. (Ver en YouTube.com). Luego, editado en DVD. [9] Encima, con el agravante de haber quedado descartado para los set-list de la gira. Pienso que, con la pericia de alguien como el guitarrista Anthony Drennan en vivo, el tema podía haber cobrado un vuelo instrumental igual como ocurrió con “The Lady Lies” de la mano de Daryl Stuermer en su momento. Plus: otra víctima del “fade out” puede ser el tema homónimo.
[10] Incluso, si se investiga en YouTube.com, se encontrará un archivo de audio con fotos de un ensayo para la gira, donde se escucha una versión mucho más suelta y rockera de “Small Talk”, tema que finalmente no entró en el set-list en vivo y que la dupla reconoce tuvo contribuciones de Ray[11] Andrés Valle, en un análisis escrito sobre los “B Sides” de “Genesis Archive 2: 1976-1992” para la Revista Mellotrón [Año 4º, Edición Nº 28, Fines del Año 2000] opinó que “… la banda produjo a veces mejores temas en los simples que en los álbumes originales…”, llamándole la atención igual que a mí en cuanto a la exclusión de estos “B Sides” en las ediciones de ciertos discos oficiales. Y agregando que “… se deduce que, como buena maquinaria comercial, Genesis privilegió los temas más directos y evitó los sutiles, al menos en cierta medida.” [12] Edición Año 2º - Nº 20, Junio de 1998. “Genesis - Calling All Stations Tour 1998”. Pág. 14.[13] Dodd, Philip: “Genesis: El Libro de las Revelaciones”. Pág. 321[14] Empleando igual criterio de roles que Mike estableciera con Daryl en el pasado: un guitarrista que también pudiera alternar con el bajo cada vez que se le pidiese. Escúchese personales ó muy sutiles arreglos de Anthony en sus partes solistas de guitarra en “Carpet Crawler”, “Firth Of Fifth”; ó bien destacándose creativamente en filosos punteos o marcaciones de guitarra más crudas y pesadas, en los densos temas de “Calling…” que preanuncian una nueva orientación.
[15] En Dodd, Philip: “Genesis: El Libro de las Revelaciones”.[16] Dos extractos son elocuentes acerca del pensamiento de Ray sobre la fase final:* “Siempre pensé que el disco era un buen comienzo para la etapa 3 de Genesis. Creo que el siguiente iba a ser aún mejor y la banda en realidad comenzó a crecer y afianzarse durante la gira europea…” [Entrevista brindada a Thiago Pinto Correa Sarkis para Mellotrón Magazine, Edición Nº 34. Bs. As., 2005.]* “Nunca sentí que fuéramos > en el estudio. La única vez que sentí que éramos una banda y un grupo de gente y que eso funcionaba fue el día que se acabó. El último concierto que hicimos: Rock-im-Park, en el Estadio de Nüremberg, con Bob Dylan como telonero, entre otros. Hicimos ese concierto y parecía que por fin habíamos conseguido un espíritu de grupo. Tengo una grabación en cinta de video digital que hizo mi hermano de la última nota del último concierto que hice con Genesis. Me estoy marchando del escenario. Miro a Tony Smith y le pregunto >, y él dice >. Obviamente quería decir que se había acabado el tiempo, que no podíamos tocar más, pero en el fondo yo sabía que eso era todo”. [En “Genesis. El Libro de las…”. Pág. 321.].[17] Todas opiniones extractadas de Dodd, Philip: “Genesis: El Libro de…”, págs. 324 y 335. En lo que respecta al tópico de un “segundo álbum con esa formación”, cito las propias palabras del co-productor y colaborador directo Nick Davis (“El Libro…”, pág. 331): “Un segundo álbum con esa formación sin duda hubiese sido mejor, porque el disco Calling All Stations se hizo con muchas limitaciones. Ray estuvo genial, un buen tipo, y de trato muy amigable. Él era consciente de que a veces no era lo bastante bueno, pero trabajamos duro. Creo que para él fue una buena paliza, porque era muy duro ocupar ese puesto. La expectación era enorme, pero el hecho en sí no. Sin embargo la atmósfera en el estudio mientras grabábamos de hecho fue muy positiva, había muy buenas vibraciones…” En igual sentido, pueden consultarse las opiniones de Banks, Rutherford, Wilson y Nir Zydkiahu en la misma obra, páginas 315 a 324.[18] Dodd, Philip: “Genesis: El Libro de las Revelaciones”. Citas varias.[19] Dodd, Philip: “Genesis: El Libro de las Revelaciones”.