YES
"90125"
Por Hugo Lagar
1
Después de Drama…
Una
vez concluida la Gira de Drama (Diciembre 1980), el quinteto mantuvo una serie
de reuniones que tuvieron por consecuencias: 1) despedir a Brian Lane como su
manager, y 2) más tarde, consensuar que otro álbum con dicha formación no iría
a funcionar. Es curiosa la anécdota acerca de las palabras de Lane una vez que
le fuera comunicada la decisión: “Ok.,
está bien, si así debe ser… Pero permítanme darles un consejo: si ustedes
van a continuar como Yes, pónganse de rodillas, besen los pies de Jon Anderson
y suplíquenle que retorne a la banda”. Seguidamente, Trevor Horn dijo “Bueno! ¿qué se supone que debiera hacer yo?” y
Brian Lane respondió “Porque no te dedicas a ser un maldito productor discográfico” [1].
A partir de allí, ingresando en 1981, se produjo un desbande generalizado de todos sus miembros y en Abril de ese año fácticamente Yes estaba separado. La historia revela que Steve Howe y Geoff Downes se unieron a John Wetton (ex U.K.) y Carl Palmer (recientemente concluido E.L. & P. también) para formar el primer super-grupo de los Ochentas: ASIA, con un gran suceso comercial en su homónimo y primer álbum de estudio. Antes de ello, Geoff puso sus teclados al segundo álbum de The Buggles “Adventures in a Modern Recording”, que no tuvo el éxito del álbum debut y -además- incluía material aportado a Yes en su momento. Obviamente, Trevor Horn proseguiría algún tiempo más en The Buggles a la par de comenzar una exitosísima carrera como productor (Franky Goes To Hollywood fue suceso enorme) e incluyendo a Yes mismo en sus créditos. Por su lado, Chris Squire y Alan White se unieron a Jimmy Page (proveniente de la otra gran separación en el mundo del rock, Led Zeppelin) para zapar y darle forma a un proyecto que iría a llamarse XYZ (Ex Yes y Zeppelin). Reunidos en el estudio casero de Page, la resultante de varios meses de labor fueron nueve composiciones, con Robert Plant acercándose al trío pero no muy convencido del tipo de material que escuchó. Ello y los desacuerdos entre los managers de ambos super grupos (Peter Grant y Lane) echaron por tierra el proyecto y el material vio la luz mayormente en el primer álbum del siguiente grupo de Page (The Firm) y, muchos años después, en álbumes de Yes. Squire y White continuaron ensayando juntos y editaron -con la ayuda del ex King Crimson Peter Sinfield en la letra- un single navideño titulado “Run With The Fox” hacia fines de 1981[2]. Fue evidente para ambos que debían tomar una decisión acerca de su futuro. El descanso llegó a su fin.
2
Arribo
de Trevor Rabin
Tras
el fracaso de XYZ, Chris y Alan barajaron seriamente dos alternativas para sus
carreras: o se convertían en un equipo compositivo que ofrecería material a
otros músicos y cantantes; ó se tomaban el tiempo necesario para armar un
proyecto o re-formular Yes (de hecho, Chris recibió una llamada de Anderson,
durante la gira solista de éste último por E.E.U.U., en 1982). La segunda opción
fue decidida y en esa dirección prosiguieron con sus actividades[3],
aún cuando Alan reconoció recibir muchas ofertas para unirse a otros grupos,
sesiones y diferentes cosas. Sin embargo, fue el gran desenvolvimiento junto a
Chris que, como base, tuvieron durante la gira de “Drama” (“tocamos como
nunca antes lo habíamos hecho”) el hecho que lo convenció para solamente
querer ir todos los días al estudio de grabación privado de Chris Squire con
la única finalidad de ensayar y componer material. Es justo allí donde Trevor
Rabin aparece en sus vidas…
Es interesante la manera en que se cruzan los caminos de estos tres músicos, a partir de un simple cassette. Chris Squire había recibido una cinta, tiempo atrás, con material de Trevor, presumiblemente cuando Yes aún existía (Rick Wakeman me ha reconocido saber de su existencia desde ese entonces) y ahora el Sello Atlantic Records les había recomendado concertar una reunión con él; lo que derivó en escuchar dichas cintas atentamente por parte del dúo. Rabin, por su lado, afirmó que –con tres discos solistas a cuestas y trabajo como productor, además del exitosísimo pasado en su tierra natal, Sudáfrica, con su banda “Rabbit”- en ese momento estuvo ofreciendo y haciendo escuchar lo que sería su próximo álbum [el material de 90.125] en distintos sellos y sospechaba que fueron Phil Carson y Richard Steinberg (de Atlantic Records) quienes les acercaron la cinta a Chris. El alto bajista opinó que Trevor “… podía sonar él solito como Foreigner, desde la batería al bajo y los teclados, a la guitarra y las voces. (como guitarrista, para mí, estaba Jimmy Hendrix y luego está Trevor)… Era como música de línea de producción y a menudo lo que es increíble es que la música así puede ser gigante por un año. Pero luego la gente que quedaba colgada porque creía que hacían lo correcto. Y hasta cierto punto, Trevor necesitaba que lo salvaran de eso. Necesitaba que trabajara con Alan y yo, y lo hizo, y vino con muy buen ánimo…”. Por su lado, la convicción de Trevor fue otra: habiendo ofrecido su material a varias compañías, Atlantic Records le sugirió dos pares de “bandas juntas”. Nada menos que Jack Bruce y Keith Emerson, por un lado, ó Chris Squire y Alan White. De modo que, de las dos opciones y un punto de vista “muy egoísta” –como él mismo reconociera más tarde-, necesitaba una gran base rítmica; hecho que lo determinó a reunirse con Chris y Alan[4].
Encuentro
en restaurant japonés y a pesar de un primer ensayo lamentable que siempre
reconocieron, los tres músicos unieron sus esfuerzos y empezaron a trabajar en
el material de Rabin, probando transitar por los estilos musicales más diversos
(desde AC/DC a Return To Forever) para hallar una propia identidad musical y
abocarse a la misma. Los diversos demos aparecidos en el posteriormente editado
“
Lo
que sí fue evidente era la necesidad de un tecladista que pudiera cubrir las
partes que Trevor había compuesto, puesto que también lo era y director
orquestal. “Hablando de tecladistas,
Tony Kaye vino a mi mente como el balance ideal para Trevor, porque tiene un
enfoque textural simplista, pero no el de los solos y eso también funcionaba”
afirmó entonces Squire[5];
y tres semanas más tarde lo convenció a Tony para que se uniera al proyecto.
Proyecto que iría a llamarse “Cinema”,
luego de descartar otras opciones como “The
Bunch of Daff” (una deformación del vocablo inglés “Daffodils”).
Squire había sido el responsable de despedirlo de Yes en 1971 y diez años
después redimía su culpa invitándolo a unirse al nuevo proyecto. Tony congenió
muy bien con Trevor, afortunadamente (es harto conocido que Alan White es
alguien tan amable que resulta
imposible llevarse mal con él) y todo empezaba a tomar su curso
“normalmente”, en el contexto que para el mundo “Yes” ello significa.
Bajo tales circunstancias, el paso subsiguiente fue ingresar el cuarteto a los
estudios de grabación bajo las órdenes de Trevor Horn como productor;
designación acertada por el mutuo conocimiento que tenían junto a Alan y
Chris, por la experiencia de co-producción de “Drama” en 1980 y su
prestigio en ascenso en ese rol.
3
La
Grabación y Alrededores
La
sucesión de acontecimientos parecía indicar una clara disposición a que el
proyecto no tuviere otro destino que el éxito, detrás del cual estaban todos
actores involucrados: el grupo, el productor elegido y el sello discográfico
(especialmente su presidente, Ahmet Ertegun,
Phil Carson y el A & R Richard Steinberg). A Chris Squire se lo
notaba más comprometido que a ningún otro, por su conocida obsesiva manera de
trabajar en los estudios, mientras que Trevor Rabin operaba en sintonía con
Horn debido a que también era productor. Se dispuso de toda la tecnología de
vanguardia para la época en cuanto rubro o área concerniese. Y fue allí donde
surgieron primeros cortocircuitos: Tony Kaye se rehusaba a interiorizarse en los
avances tecnológicos para teclados y sintetizadores -limitándose a tocar
pianos y órgano Hammond- y, debido a ello, Trevor Horn no lo quería ver más
en los estudios de grabación. Hecho que derivó en su provisional salida de la
banda. En consecuencia, fue Trevor Rabin el encargado de ocuparse, en adelante,
de los teclados (si bien, en 90.125, se escuchan las partes de Tony Kaye),
incorporando las novedades del Fairlight y Synclaver en esa área; a la vez que
había encargarse de conseguir nuevo tecladista para que se ocupe de tocar en
vivo.
Tapa
de edición pirata de los demos de XYZ y Cinema + Trevor Horn
De
los demos originales de Trevor Rabin al resultado final que se escucha en la
edición de 90.125 hay una distancia considerable (con cambios, yuxtaposiciones
de partes de canciones, arreglos nuevos, optimización de sonidos, mayor énfasis
en la faz vocal, etc.). Es lo que habitualmente se conoce bajo el nombre de
“Tratamiento Yes” más la pericia de Trevor Horn como productor y el grado
de conocimiento que tenía con sus dos ex compañeros. Pero una cuestión en
particular tampoco terminaba de convencer a T. Horn y no se visualizaba como
posible su solución dentro del equipo: la voz de Trevor Rabin como cantante líder
del álbum, si bien Chris también se ocupaba de hacerlo en algún tema (como
pudo escuchársele en la versión de “It Can Happen” editada en el
recopilatorio cuádruple “Yesyears”, Atlantic 1991). Phil Carson, entonces,
tuvo la idea de convocar nada más y nada menos que a Jon Anderson para que
aporte su voz a ciertas canciones, acreditando –en principio- su participación
con carácter de invitado; lo cual dejó perplejo a más de uno. No sin
conversaciones entre todos por semejante sugerencia, fue el mismo P. Carson el
encargado de ponerse en contacto telefónico con Jon para transmitirle la
propuesta y Squire quien se ocupara de hacerle escuchar los nuevos temas que habían
sido grabados.
Así,
ambos miembros creadores de Yes volvieron a verse las caras luego de tres años
para escuchar las nuevas canciones grabadas en la puerta de la casa de Jon, en
el equipo del auto Chris. Lo acordado con Phil Carson había sido escuchar el
material y decidir si iría a contribuir con su voz o no. Al día siguiente, Jon
Anderson acudió al estudio de Trevor Horn a registrar su voz para ciertas
canciones pero, lógicamente, solicitando realizar una serie de cambios en las
letras y arreglos. Había en los dos Trevors (Horn y Rabin) mucha expectativa,
motivada por iguales y distintas razones a la vez. Lo concreto fue que todos
quedaron satisfechos con el resultado y se propuso re-grabar las voces de todo
el álbum, ajustando partes instrumentales a los nuevos requerimientos, previo a
que Ahmet Ertegun (Presidente del sello Atlantic Records) aprobara más
presupuesto para ello. Todas las canciones estaban completamente compuestas y
registradas y, sin embargo, aún hubo espacio para dar crédito compositivo
parcial en las letras a Jon Anderson, a consecuencia de sus solicitudes.
Y
ya que de letras escribo, un dato curioso y no menor fue que el concepto, el
mensaje, que las mismas portaban -antes que Jon trabajara en ellas- tenían
mucho que ver con Yes. Quizás podría repararse en cuestión de estilos
personales al escribirlas puesto que Rabin suele ser bastante más directo que
metafórico. Eso llamó bastante la atención de Anderson pese a que una de sus
funciones en el álbum –como ya se ha expuesto- fue ayudar en el rubro. Su
presencia es fuerte en letras de canciones como “Owner
Of A Lonely Heart”, “Hold On”, “It Can Happen”, “Changes”, “Our Song”,
“City of Love” y “Hearts”,
sin olvidar a Chris Squire puesto que también se destaca.
Pero
su presencia (Jon) en “
Volver
a llamarse “YES” tuvo una serie de implicancias en varios aspectos: uno de
ellos era en el reclutamiento de un nuevo tecladista para cubrir la vacante
dejada por Tony Kaye, con la gira en ciernes, dada la importancia que los
teclados tienen en el grupo. El respetado y también violinista de rock Eddie
Jobson fue el elegido para el rol y pronto se puso a estudiar el repertorio
seleccionado para la gira. Simultáneo a ello, una acción legal fue iniciada en
contra de la “nueva” banda por Steve Howe, Brian Lane y Rick Wakeman, en
orden a la legitimidad del uso del nombre “Yes” y otros derechos; por lo que
“el regreso” de Tony Kaye aportaría peso argumentativo mayor a favor de
Chris Squire & Compañía, ante una eventual resolución judicial. Esto
derivó en una propuesta a Jobson de compartir espacios y créditos junto a Tony
Kaye, y su indeclinable renuncia. Existe una declaración del
tecladista-violinista en su portal web (www.eddiejobson.com),
fechada en el 2007, donde explica claramente las razones de su declinación y la
indignación por el trato recibido frente a la delicada propuesta, a causa de la
acción legal[7].
¿Una especie de “daño colateral” -entre otros tantos que hubo- en la
historia de la banda? Al fin de cuentas, su efímero paso por Yes se demuestra
con sus breves segundos de aparición en el comienzo del video de “Owner of A Lonely Heart”, citas biográficas y fotos; a la vez
que el reclamo de Howe, Lane y Wakeman terminó en un acuerdo de partes, que
facilitó a la formación de 90.125 seguir adelante.
Foto
con Eddie Jobson (breve paso) y Foto Promocional de época aparecida en muchas
publicaciones
El
otro aspecto, económico, estuvo dado por el retorno al grupo de cuantiosas
sumas de dinero en concepto de regalías discográficas pasadas; hecho que sin
lugar a dudas hubiera evitado los conflictos del pasado, hacia 1979, si dichas
sumas hubieran ingresado en su tiempo. Estaba claro que Yes contaba con un
management diferente ahora (Tony Dimitriades & Elliot Robert) y toda una
estructura organizativa que, en pleno auge por el éxito de 90.125, estaba
dispuesta a litigar por sus derechos. Otro “detalle” estuvo en el modo de
percibir las ganancias por Jon Anderson: recibiría su cheque o acreditación en
propia cuenta, para (precisamente) evitar las situaciones pasadas. El grupo
accedía ahora a una posición que le permitiría expandirse, no sin ciertos
caprichos y algunos lujos innecesarios -como describiera Eddie Jobson respecto a
la realización del video de “Owner…”- propios de la meta lograda y estilo
de vida.
IV
90.125
– El Álbum
Repertorio:
Owner Of A Lonely Heart – Hold On – It Can Happen – Changes – Cinema –
Leave It – Our Song – City Of Love – Hearts.
Músicos:
Jon
Anderson [Voz Lider] – Tony Kaye [Teclados] – Trevor Rabin [Guitarra,
Teclados y Voz Líder en “Changes”] – Chris Squire [Bajo y Coros] &
Alan White [Batería].
Producido
por:
Trevor Horn (salvo “Hold On”, por Yes & Trevor Horn).
Editado
en
Noviembre 7 de 1983, por Atlantic Records (Atco.).
IV.1.-
Consideraciones generales sobre el álbum.-
A treinta años vista de su edición ¿qué más puede escribirse de 90.125 que
no se haya dicho o escrito ya? . Tal vez el mejor adjetivo que pueda atribuírsele
-además de “exitoso”- sea “vanguardista” pues su tratamiento a nivel
sonido y de producción aún sigue considerándosele vigente; y ello es
responsabilidad exclusiva de su productor: Trevor Horn. Retrospectivamente, no
estoy escribiendo nada nuevo al afirmar que fue el álbum que, prematuramente,
desde su ruptura en abril de 1981 los trajo de regreso por la puerta grande y
“le salvó la vida a Yes” –como me dijera Rick Wakeman en el año 2000-;
porque, de otra forma, hubieran tenido que pasar bastantes años para que se
produjere un retorno[8].
Desde otro punto de vista, no debe pasar por alto tampoco que fueron
circunstancias fortuitas las que llevaron a editarlo bajo el nombre YES y es
obvio que, desde su concepción misma y la notoria influencia de Trevor Rabin
(integrante que aportó casi todo el material compositivo a partir del cual se
empezó a elaborar), estaba destinado a marcar un antes y un después en el
estilo musical de la banda, dando lugar a una nueva Era por el término de más
de una década en la historia de la banda: la Era Rabin.
Ya,
desde el orden de las canciones, el álbum apostó todas sus fichas directo a
los charts con “Owner of A Lonely
Heart”, constituyéndose en el primer número uno (#1) en los rankings de
todo el mundo, su smash hit, y único en toda su historia. Una canción pegadiza
y distintiva ya desde su riff inicial, con una duración convencional y apta
para las radios y las discotecas (¿Quién iba a imaginarse que una canción de
Yes pudiera bailarse?). Por años, Atlantic Records estaba esperando un suceso
así de esta banda y nunca se había dado en las formaciones anteriores, quizás
porque en las inquietudes, principios y/o naturaleza de dichos miembros no
constituía un objetivo a seguir o priorizar; ofreciendo “Roundabout”
en 1972 y “Wonderous Stories”
en 1977 como lo más aproximado a un hit pero alejados de las modas musicales de
su tiempo.
El
concepto de “
Ese
estilo directo y simple también tenía su correlato en la estética propia del
arte de tapa (la letra Y mayúscula, sobre un óvalo tricolor primario –azul,
amarillo y rojo- sobre fondo gris, en reemplazo del clásico logo ideado por mítico
Roger Dean) y sobre/libro interno con letras y datos en tinta negra sobre fondo
blanco (CD) o blanca sobre fondo celeste (disco original). El diseño estuvo
decididamente orientado a la idea original que plantearan Squire y White:
actualizar y modernizar a Yes. Ya no estaba el mítico dibujante –encargado de
la estética de ASIA, por aquellos días, acompañando a su amigo Steve Howe-,
aquel socio vital en concepción estética durante la primera Era, a partir de “Fragile” (1972). Tan simple se propuso que hasta la vestimenta
y cortes de pelo en los videos y fotos promocionales de la nueva formación lo
evidencian, tanto como el título del álbum: 90.125 era el número de catálogo
asignado al álbum por el Sello Discográfico[9].
Atrás quedaban filosóficas nomenclaturas tales como “Cerca
del Abismo”, “Cuentos de los Océanos Topográficos” o “En Busca de la
Unidad”, con que se bautizaron emblemáticas obras discográficas de los
setentas.
Según
ya se ha señalado, aún cuando los créditos autorales de las canciones
correspondían mayormente a Trevor, Jon Anderson tuvo espacio para hacer
cambios, adaptaciones y agregados en
las letras tanto como ayudar en arreglos vocales. Es por ello que, en buena
cantidad de las canciones editadas, puede leerse en ficha técnica su co-autoría;
y sus contenidos evidenciaban ciertos signos típicos de las temáticas que solía
abordar Yes en la materia. Es impresionante el énfasis puesto en la faceta
vocal y coral a lo largo de todo el álbum, en una dimensión nunca antes
lograda así en la discografía previa, con “Leave It” (segundo Hit Single y
alcanzando el puesto #24 en los charts) como mejor exponente en toda la historia
de la banda, ya sea en su versión puramente vocal -editada como single- ó la
versión original. Curiosamente la canción preferida de Jon Anderson y en la
que nada tuvo que ver compositivamente, pues fue la primera en escuchar en aquel
re-encuentro con Squire, luego de tres años. Otro que se lleva los aplausos en
este rubro es Trevor Horn, quien fue uno de los pioneros en emplear la técnica
del “sampler” aplicada a las voces y reproducidas mediante los teclados
(“sampling digitales”), además de co-autor de “Leave It”. Oh Casualidad!
Otros
temas partieron de una labor conjunta con Chris Squire: sobresale “It
Can Happen”, (cuya originaria versión de 1981 puede escucharse en “Yesyears”
CD 4 y en la re-edición de Rhino 2006) ó con sus aportes en “Owner
of A Lonely Heart”, “Hold On” y
“Leave It”; los de Alan White
(“Changes”), Trevor Horn en los dos singles exitosos en los rankings; o
directamente fueron composiciones colectivas, como en el caso del instrumental
“Cinema”, “Our Song” y la bellísima y oriental “Hearts”. En lo instrumental propiamente dicho, son las
guitarras de Trevor Rabin las que se llevan el protagonismo, sobre la base
precisa y potente de la dupla Squire-White; mucho más próxima al rock &
pop y el Heavy Rock prevaleciente por aquellos días antes que al rock
progresivo. Los teclados –siempre necesarios para la identidad “Yes”-
tuvieron presencia también pero con una impronta textural más sencilla, en un
obvio segundo plano respecto a las guitarras. Quizás lo notorio en su empleo,
entonces, fue cuánto se había avanzado tecnológicamente (a cargo del propio
Rabin y el productor Horn, principal responsable de la “computarización” de
teclados en los registros del álbum); aún así rescatando la participación en
piano y el inconfundible órgano Hammond del “histórico” y “repatriado”
Tony Kaye. La duda que siempre quedará es qué partes de teclados (“no
inconfundibles”) estuvieron en las manos de Trevor Rabin y si el propio Trevor
Horn puso sus diez dedos en las teclas, pese a no ser acreditado como tal[10].
Y ya que a él nos referimos, es reconocido ampliamente que -a nivel producción-
fue el mejor álbum de Yes editado hasta la fecha; aún cuando el propio Horn
participó en la primera fase del álbum siguiente, “Big
Generator” (Atlantic, 1987), y en su más reciente álbum de estudio “Fly
From Here” (Frontiers Records,
2011). En tal sentido, 90.125 fue una producción homogénea de principio a fin,
sin fisuras, y en la que Horn contó con la gran colaboración del “chico
maravilla” Rabin.
Trevor
& Chris, 1983
Tres
álbumes editados varios años después (“Yesyears”,
Caja recopilatoria que se publicó por Atlantic en 1991, paralelo a la Gira de
promoción de “Union”; “
También,
estas tres ediciones posteriores nos permitieron “descubrir” algunas
canciones que incomprensiblemente –para mi gusto- quedaron fuera de la edición
oficial del álbum y que tenían gran potencial, como “Make
It Easy” e “It´s Over”. No
es ésta la primera vez que uno se pregunta cuál ha sido el criterio para
decidir qué publicar y qué desechar o destinar a B-Sides. Ciertamente, ambas
canciones son fieles testimonios de un proyecto y orientación musical AOR
concebida y meditada mucho antes de “reflotar” el nombre YES para la banda.
Si alguna vez “Cinema” tuvo vida, estos temas son su legado de existencia
para la posteridad.
90.125
tuvo una impresionante campaña de difusión con “Owner Of A Lonely Heart”
escuchándose y bailándose en todo el mundo, seguida del notoriamente vocal “Leave
It” (alcanzando el # 24 en los charts) y más tarde “It
Can Happen” (puesto # 50), en calidad de singles. Como no podía ser de
otra manera, en los primeros años de la era de MTV y los videos, los tres
cortes tuvieron sus respectivos videos de promoción, capturando el primero imágenes
de la efímera participación de Eddie Jobson (en su primer minuto). El álbum
fue disco de oro, platino o multiplatino, según las ventas alcanzadas en los
distintos países donde fue publicado. Pero -creo yo- lo destacable, en términos
de una trayectoria, fue que esta “mayor accesibilidad” al gran público
aportó a Yes una nueva generación de fans (adolescentes y no tanto, de la época);
y se sabe muy bien que su admiración continúa hasta nuestros días, más allá
de la partida del artífice del momento.
IV.2.- 90.125 en particular (canción por canción):
“Owner
Of A Lonely Heart”
[Rabin/Anderson Squire/Horn] (4:27) abre el álbum y así Yes hace
consecuentemente su ingreso triunfal al mundo del rock & pop comercial. Son
infinitas las páginas de anécdotas que han visto la luz en boca de los mismos
protagonistas y demás ex o actuales miembros de Yes también. Rabin hizo público
que la canción formaba parte de una cinta que les hizo escuchar a Chris, Alan y
Tony pero que ni pensaba mostrárselas porque no la consideraba apropiada para
el proyecto. Y de pronto la cinta prosiguió su marcha (estimo que es la versión
que consta en “
La
canción finalmente editada, en su estructura, es una muestra de lo que iríamos
a escuchar, con el correr del disco: verso 1 – verso 2 – estribillo – sólo
y sección instrumental – versos y estribillo hasta el final (con variantes de
corte instrumental o “fade out”). Símbolo de los tiempos y declaración de
abandono de aquellas extensas composiciones divididas en movimientos internos
por las que Yes supo caracterizarse en los setentas. Incluso, la canción
trascendió a su principal autor (Rabin) pues, desde entonces y salvo contadas
excepciones, ha formado parte de casi la totalidad de giras en las que se embarcó
la banda hasta la fecha, al punto de escuchar versiones en vivo
“yes-sificadas”.
“Hold
On”, [Rabin/Anderson/Squire]
(5:15) segunda en el orden del disco, es una potente y rítmicamente más
pesadita canción, resultante de la conjunción de dos demos de Trevor Rabin: “Moving
In” y la homónima “Hold
On”. Evidentemente, la letra de la canción ha sido objeto de
modificaciones lógicas de la yuxtaposición, más las propias del ingreso de
Anderson. La combinación vocal del trío Anderson-Squire-Rabin es clave para la
sustancia de la canción, a la cual ayuda el procesamiento mismo de los sonidos
logrados en teclados. El juego de palabras en las voces de los mencionados,
enlazadas a los teclados, logra una interacción vocal sin precedentes, coronada
por unos magistrales solos de Rabin y el acompañamiento rítmico de la base. Es
a partir de esta canción donde los teclados y sintetizadores empiezan a cobrar
paulatina y efectiva presencia en el álbum pero no al grado de protagonismo.
Las voces/coros/contrapuntos vocales empiezan a capturar la atención del
oyente; y, como dato, el tema cuenta con la excepcional producción asociada
Trevor Horn + Yes, única en todo el álbum.
“It
Can Happen”
[Squire
/Anderson/Rabin] (5:39) es otro importante tema pop de raíz progresiva, tercer
single cortado para difusión. Ahora bien: ¿de qué otro modo puedo calificar
esta canción de complejos arreglos instrumentales (cortes y cambios rítmicos,
equilibrado desempeño de los cuatro músicos) y sobresaliente faz vocal,
contrapuntos y arreglos corales? La versión “Cinema” (audible en “Yesyears”
y re-edición por Rhino) contiene gran parte de su estructura pero es algo más
básica en su letra, con la voz de Chris Squire y una sonoridad en teclados
distinta. Su solo de guitarra eléctrica lo volveríamos a escuchar recién en
posterior versión en vivo, debido a que fue quitado en la mezcla final y
reemplazado por el “tarareo” final de Trevor en fade out. En 90.125, rítmicamente,
la canción es más atemperada -calma en comparación con la versión
“Cinema”- y modificada en su introducción, con mayor lucimiento de la
digitación de Chris en su bajo. Los teclados son claves para dispensar climas y
atmósferas; y el juego vocal que Anderson & Squire nos ofrecen (al que se
sumó entonces la propia de Trevor Rabin) demuestra que las armonías vocales
que forjaron una parte importante de la identidad de Yes en su pasado
prosiguieron, solo que mucho más sobresalientes y bajo un contexto algo más
“pop” que “prog”. Como single, es una pena que tan sólo pudo arribar al
# 50 del ranking.
Y,
a propósito del “prog”, el original Lado A del disco de 1983 cierra con uno
de los pocos exponentes del género en el mismo: “Changes”
[Rabin/Anderson/White] (6:16), canción
que constituiría un importante “caballito de batalla” de todas las giras
hasta 1994 y -sobre la cual- Steve Howe ha pensado considerarla como alternativa
a incluir en el repertorio de las giras desde fines del 2008 en adelante, a la
par de ser la preferida de Geoff Downes. Como ya he anticipado en “las
consideraciones generales del álbum”, este tema cuenta con intrincados y
complejos cortes rítmicos y arreglos instrumentales, alternancia en el canto
entre Jon y Trevor, contrapuntos vocales y, como si fuera poco, dinámica y
soberbia introducción que también es empleada -en uno de cuyos fragmentos-
para su abrupto final. La misma (introducción) arranca en xilofón y pianos,
sustituida tras primeros compases por la batería y un filoso solo de guitarra
que la depositan, redobles mediante, en una subsiguiente sección con los cuatro
músicos en pleno. La introducción no existía en los originales demos de
Trevor, en los que arranca desde los lentos arpegios en guitarra que acompañan
a las iniciales estrofas; por lo que debo suponer que es la parte acreditada a
Alan Whte compositivamente. También es evidente la labor de Jon haciendo
cambios en la letra y adaptando el estribillo [“Change,
changing places”, p.e.) en sus secuenciales frases y aportando su mensaje
positivo [“It´s good believe when love
is gone” … “Only trough love, Changes comes…”, “Capitalize yours
this good fortune…”, “One word can
bring you round: Changes…”]; como que –en medio de tanta sofisticación
tecnológica de teclados- Tony Kaye se permite añadir unas bases en su típico
órgano Hammond. Todo lo cual va contribuyendo a transformarla como una de las
mejores canciones y clásico indiscutido de Yes, por más que la orientación
estilística haya mutado hacia formas musicales más actualizadas y por allí no
tan melódicas como reclamaba Steve Howe. Desde ya que la nota obvia y notoria
está dada por asumir Trevor la voz líder en esta canción. Sin embargo, no
creo que sea él quien se ocupe de cantar los versos o partes de estribillos
modificados por Anderson; por eso prefiero escribir “alternancia vocal”.
Para
quienes tenemos un par de décadas a cuestas, sabemos que el Lado B del disco o
cassette [Track Nº 5, hoy en día, en ediciones digitales] abría con el único
tema instrumental y más corto del álbum (2:07) que les valiera un premio
Grammy: “Cinema” [Squire/Rabin/White/Kaye], casualmente compuesto y
grabado en vivo en los Estudios Air, Londres, por Cinema (cuarteto). Potente
instrumental donde los músicos en su totalidad se destacan por su desempeño:
una sucesión de constantes redobles (White) hasta el ingreso punzante de la
guitarra de Trevor, que lidera con soberbia técnica y solos, más el acompañamiento
de una base rítmica y teclados a su medida, haciendo Tony alarde de destreza
con una rápida escala hacia el final de la segunda secuencia [1:00 Minuto]. La
secuencia “lei motiv” se repite una vez más y previo a concluir los
sintetizadores –procesamiento de las voces humanas sampleadas mediante, obra
de Trevor Horn- ofrecen ese toque de majestuosa solemnidad y grandeza que deriva
en su abrupto final pero sosteniendo el acorde en las teclas, para directamente
enlazarlo con la primer estrofa “a capella” de “Leave It”. Es interesante la opinión de Chris Welch,
reconocido periodista musical inglés, cuando afirma que en “Cinema” hay
exuberantes baterías y capas de sonido, alguna de tales en modalidad “Relayer”; así como una misma suerte de alaridos y aullidos a
lo Peter Banks en guitarra, cuando éste solía tocar a finales de los sesentas.
Reitero, “Cinema” es un ejemplo de
la colectiva composición.
Precisamente,
por ese acorde sostenido en teclados, muchos ven en “Cinema” una especie de introducción al exitoso hit single “Leave
It” pero ni se imaginan que, en realidad, es la introducción de una larga
composición – de aproximadamente veinte minutos- que el cuarteto creó y
ensayó, llamada “Time”. Sólo que el sello discográfico esta vez no veía con
buenos ojos a aquellas extensas piezas que caracterizaron al Yes clásico de los
setentas. Señales de autonomía de este pequeño instrumental pueden hallarse
en su inclusión sola formando parte de set-list de giras posteriores de la
etapa tanto como en el álbum en vivo “House
of Yes. Live From House of Blues” (Beyond Music, 2000. CD 2, Track 5) y la
participación de una peculiar formación Yes[13]
en el famoso “Homenaje al Productor”
(Trevor Horn), en el 2004, previo a interpretar “Owner
Of A Lonely Heart”; y elegida
por Billy Sherwood para los shows en vivo de “Yoso” [Yes + Toto]. Ambas
observaciones permiten aseverar que ninguna conexión existe con “Leave It”, por más que dichos temas sirvieron de compacta
apertura a shows de 90.125 Tour.
“Leave
It” [Rabin/Squire/Horn] (4:10) es
el otro emblema y hit de 90.125; y no podría ser de otra manera. Es y será,
además de la canción preferida de Anderson, el exponente máximo de armonías
vocales en toda la carrera de Yes; aún cuando el co-fundador y voz distintiva
de la banda no haya intervenido en su composición pues precisamente fue la
primera canción que le hizo escuchar Chris Squire para participar en el álbum.
Salvo grupos vocales específicamente, no creo que en el mundo del rock &
pop exista una canción que se le equipare, en materia vocal, y no cabe ninguna
duda que Trevor Horn tuvo mucho que ver en ello, “extendiendo las fronteras”
y superando las expectativas mucho más allá. Al igual que “Owner…”, esta canción tuvo muchísima difusión radial y
propio (pero visualmente desaprovechado) video en MTV y cadenas televisivas, así
como lugar en las discotecas del momento, si bien no al nivel del mencionado
smash-hit. Gran labor en arreglos y contrapuntos vocales como nunca hubo en Yes,
además de exacta canción pop por excelencia. Se editó tiempo después, en
1984, una versión “a capella” como single, donde se realza aún más la faz
vocal, demostrándose que perfectamente podría haber integrado el álbum de esa
manera ó en calidad de Bonus Track, como lo fue más adelante en la re-edición
por el Sello Rhino (2004). Como expresa Chris Welch, en su libro, “…
Si Jon y Chris siempre han deseado que Yes sea fuerte en armonías vocales, han
concretado totalmente su sueño con esta inspiración…”.[14]
Imagen extractada del Video de Leave It
“Our
Song” [Anderson/Squire/Rabin/White]
(4:16), otra de las composiciones colectivas
del álbum y considero que entró en el último minuto y con Jon Anderson ya a
bordo del tren. Ciertos versos y estrofas provienen indubitablemente de su
pluma; e, incluso, el orden de los créditos sitúa a J. Anderson primero y
luego al trío restante[15].
Instrumentalmente, parece haberse otorgado un mayor protagonismo a los teclados
en este tema por más que la guitarra de Trevor Rabin se hace notar en su
desarrollo. Si bien modernizado, el tratamiento Yes le añade un “toque” de
peculiaridad a una canción de naturaleza más pop antes que rock. Podría
perfectamente haber sido cuarto single del álbum. No se conocen datos que
aseveren que siempre fue tocada en la gira, sólo un puñados de shows la han
tenido en su set-list.
“City
Of Love” [Rabin/Anderson] (4:48),
anteúltima canción, ejemplifica lo más cercano al rock duro, heavy metal, que
pudo haber llegado entonces Yes (puesto que Jon Anderson estuvo involucrado en
las letras), cruzando aún más los límites estilísticos que lo que ya habían
hecho con la dirección musical adoptada[16].
De todo el álbum, es la canción de factura más simple, basada esencialmente
en secuencias de dos acordes (salvo en el estribillo) y una potente base, por
sobre los cuales se va desarrollando el canto, partes, efectos y climas
generados por los teclados, un par de buenos riffs de en guitarra, además de un
desgarrador y punzante solo de Trevor. Este estilo de guitarra pudo ser factor
determinante para atraer a una nueva generación de adolescentes; pero,
parafraseando a Steve Howe, “estará
bien para Rabin, pero no para Yes”.
“Hearts”
[Anderson/Squire/Rabin/
White/Kaye] (7:34) es una exquisita pieza calma que obra como cierre magistral a
esta excelente producción discográfica. La composición colectiva y de más
extensa duración reúne todos los condimentos como para erigirse en una de las
mejores canciones de la historia de la banda. Originada parcialmente en los
“demos” de Trevor, recibió los aportes de todos los miembros de la nueva
formación y recoge el espíritu positivo andersoniano en su letra. Cierto sabor
oriental en su melodía introductoria (la cual se reiterará como “lei motîv”
a lo largo de todo su desarrollo) y fragmentos pesaditos de guitarra de Rabin
constituyen la novedad de la canción. Sin embargo, el uso de xilofón de Alan,
los “golpes de efecto” en el órgano Hammond de Tony Kaye, cortes típicos,
arreglos en las armonías y los contrapuntos vocales (empleando otra vez
palabras de la letra como instrumentos) tanto como la coda final “celestial”
-con mucho énfasis puesto por Jon (al igual que en “And
You And I” o “Awaken”)- remiten a la mejor tradición de la primera Era del
grupo; razón por la cual he de calificarla como otra de las más progresivas
del álbum.
Es
entonces cuando, una vez concluida la escucha de todo el disco, me queda bien
claro que “
V
Las Ediciones Posteriores y
Recopilatorios
Como
ya he anticipado y enunciado, tres álbumes de posterior publicación aportan un
poco más de luz acerca del proceso previo al 7 de Noviembre de 1983 y revisten
interés en varios aspectos, alguno de los cuales ya han sido abordados. Agrego
que también es de mi conocimiento la existencia de “álbumes piratas” (una
de cuyas tapas puede verse previamente), solo que no los referenciaré en el capítulo.
Seguidamente, completaré mis consideraciones sobre los mismos, a modo de cerrar
este análisis del álbum de estudio.
De
las canciones pertinentes de 90.124,
lo que resta por señalar es que Trevor se hizo cargo de las voces, coros y
todos los instrumentos, mereciendo la calificación de “música de línea de
producción” por parte de su futuro amigo Squire; además de afirmar que “Había
escuchado una cinta que mi manager de entonces, Brian Lane, me había dado en
1979, en la que Trevor Rabin tocaba y cantaba todo, y sonaba parecido al último
disco de Foreigner antes de eso, cualquiera que este haya sido. Y lo hacía muy
bien. Podía cantar como Lou Gramm [vocalista de Foreigner] y podía tocar como
cualquier otro guitarrista que había escuchado. ¡Y producía sus discos y
tocaba la batería! Me contacté con él en Londres para formar una nueva banda
y tuvimos una horrible zapada. En realidad no tocamos nada bien, pero nos caímos
bien, así que no nos importó.”[17]
Luego
de andar de aquí a allá, por cuestiones laborales de producción, hubo un
momento en que Trevor tuvo tiempo para estar en su “nuevo” domicilio y se
dedicó componer desde cero; lo que representaba para él una nueva fase,
dirección, y fue ése el material que finalmente derivó en 90.125, previo
ofrecerlo a varios sellos discográficos para obtener un contrato y grabarlo.
Uno de dichos sellos fue Atlantic Records y le sugirieron dos propuestas de
bandas, optando por Chris y Alan y el resto es historia conocida. Hay siete
temas en ese álbum que corresponden a ese período y, en retrospectiva llama
mucho la atención la capacidad y el talento de Trevor sólo, al hacerse cargo
de todo. Desde luego, es un estilo nada progresivo o sinfónico (excepto la
versión en guitarra de “Promenade”)
y no creo que a los viejos y ortodoxos fans del Yes de los setentas les guste
mucho, salvo como ítem de colección e información sobre los orígenes del
multi-premiado 90.125. Es puro rock
& roll y algo de pop (escuchar “Would
You Feel My Love”), con guitarras pesaditas y buena base rítmica, además
de desenvolverse en teclados adecuadamente y un diferente tratamiento del sonido
en los mismos. Considerando que de tal material surgieron el mega hit “Owner
of A Lonely Heart”, “Hold On”, “Changes” y el luego no editado “Make
It Easy” –allí bautizado “Cinema”,
sobre el cual dedicaré más adelante algunos párrafos-, digamos que no estuvo
para nada mal.
Quisiera
agregar que suelo valorar “demos” con reservas o “bajo beneficio de
inventario” porque Rick Wakeman me ha enseñado que -en definitiva- uno se
lleva una idea distorsionada acerca de cómo deben ser los temas, al ser hechos
en forma básica en el estudio y antes de desarrollarlas desde allí, sin
hacerles el tratamiento “Yes”. Desde luego que Rick se refería a aquellos
casos de alguien que se cree muy vivo, al “tomar” las cintas del estudio y
lanzarlas como discos piratas[18];
lo cual no constituye este caso en cuestión por ser publicada vía sello
oficial.
Tapa
y contratapa del Disco 4 de Yesyears (ATCO, 1991)
“Yesyears” y la re-edición de 90125
(Remasterizada y Expandida) por el sello
Rhino nos aportan “It Can
Happen” (Cinema Version) -sobre la cual ya he formulado algunos
comentarios en su pertinente espacio-, “Make
It Easy” y la inédita hasta el Siglo XXI “It´s
Over”; prescindiendo ocuparme de las otras versiones de temas editados en
1983 por haber sido abordados ya o ser remixes.
Las
tres canciones cuentan con un denominador común en mis consideraciones:
constituyeron un siguiente paso en la evolución del proyecto pre-retorno de Yes
y que podríamos llamarlo “Cinema”
propiamente dicho. Es una plena fotografía de la fase de cuarteto con Trevor
como cantante líder y Chris en los temas que -se presume- parten de su autoría
originariamente. En ellos, se aprecia clara la orientación y el sonido mucho más
ligado al rock duro (principalmente por la guitarra de Rabin) y dinámico rítmicamente,
responsabilidad de la dupla Squire & White; base que aporta los escasos
elementos progresivos (cortes y cambios de ritmo). Solamente hay que tomarse la
labor y el tiempo de comparar sendas versiones de “It
Can Happen” para ver las fases de la evolución; y cómo influyeron
los arribos de Trevor Horn en la producción y Jon Anderson, cantando y
reformulando partes de una letra que ya estaba, además de nuevos arreglos
vocales. Otro dato interesante se encuentra en la programación y tratamiento de
sonidos en los teclados que T. Horn se ocupara en realizar más tarde, respecto
de lo que se le escucha a Tony Kaye en esta versión. Finalmente, si Alan White
alguna vez afirmó que deseaba permanecer junto a Chris Squire, luego de la
disolución en 1981, porque sus performances en el “Drama Tour
Ahora
bien, yendo a cada tema en particular, “Make
It Easy” tiene su origen en los demos de Rabin, con otro título (“Don`t
Give In”) y parcialmente otra letra. Es interesante apreciar la manera que
se desarrolla hasta la versión publicada por el Sello Atlantic más tarde, en
1991 (Yesyears). La versión “Rabin” era más dinámica, algo pop y con
breves pasajes instrumentales; uno de los cuales, en teclados, tiene
reminiscencias genesianas. Luego, la indudable intervención de Chris y Alan y
Tony le imprimen el tratamiento “Yes” (más progresivo), dando por efecto la
canción que conocemos. Esta canción, a diferencia de las otras dos, tuvo su
reconocimiento en vivo, a través de una breve introducción instrumental a “Owner
Of A Lonely Heart”, en las posteriores giras que contaron con la
participación de Rabin en la banda (1984/85 – 1988 – 1991/92 y 1994/95),
tomando conocimiento de su existencia los fans desde 1984 (precisamente por su
inclusión en primera gira de retorno y presentación de 90.125).
Mientras, “It´s Over” toma de sorpresa a muchos por ver la luz recién en 2004, como Track Nº 12 de la re-edición por Rhino. Una introducción bien rockera, a cargo de la guitarra de Trevor y base rítmica potente, sirve de preanuncio a un muy buen tema que va alternando pasajes calmos para el canto con el acompañamiento de teclados, filosos punteos, riffs y virtuosismo en guitarra, sin olvidarnos de la batería y el bajo a sus servicios. La tradición originaria de Yes llega de la mano de Tony Kaye al introducir -en varias secciones instrumentales- breves pasajes de su clásico órgano Hammond B3, aportando un poco de color a esta rockera pieza. Un toque distintivo que permite construir puentes con el pasado. Si se hubiera adoptado el mismo criterio que para el “Drama Tour” –donde se escucharon los entonces inéditos “We Can Fly From Here” y “Go Through This”-, tal vez interpretar esta canción en vivo hubiera sido un momento muy dinámico, bien rockero, incluyéndolo en los bises en medio de “Roundabout” y el cover “Gimmie Some Lovin” [de Traffic].
VI
90.125
Tour
Set
List:
Cinema – Leave It – Yours Is Not Disgrace – Drum Solo –Hold On –
Hearts – I´ve Seen All Good
People – Sí/ Solly´s Beard – Changes – And You And I – Soon – Make
It Easy/Owner Of A Lonely Heart – It
Can Happen – Amazing Grace – White Fish – City Of Love – Starship
Trooper. Bises:
Roundabout – Gimmie Some Lovin´ [Cover]
.
Músicos:
Jon
Anderson [Voz Lider] – Tony Kaye [Teclados] – Trevor Rabin [Guitarra, Coros
y Voz Líder en “Changes”] – Chris Squire [Bajo y Coros] & Alan White
[Batería].
Al
éxito discográfico en las “bateas” le siguió el respectivo éxito de su
gira de presentación, arribando a nuevas regiones y países nunca antes
visitados (países de Sudamérica y Japón), e incorporando una nueva generación
de admiradores en todo el mundo, atraídos por el nuevo estilo musical adoptado
por Yes, responsabilidad del recién llegado Trevor Rabin. Con base de
operaciones en Los Angeles (E.E.U.U.), Tony Dimitriades y Elliot Roberts
dispusieron de toda una organización concentrada en lograr que el suceso se vea
plasmado también en el escenario[19]:
un nuevo diseño, aportando las novedosas “varilites” e iluminación laser,
a la par de un sistema de sonido nunca antes escuchado, efectos visuales y
estructura metálica portando el logo del álbum, a ser empleado en el final
formal del concierto.
Musicalmente,
la banda tuvo que considerar muy bien el antiguo repertorio a acompañar los
nuevos temas de 90.125 y su distribución en el set. Máxime, debido a que
pertenecían a dos estilos diferentes y difíciles de compatibilizar. Es curioso
que el criterio a emplear sea la preferencia de Trevor Rabin y advertir algunas
semejanzas con la gira anterior (Drama Tour, 1980): Yours is Not Disgrace, And
You And I, I´ve Seen All Good People, The Fish y Roundabout, entre otros;
quedando en claro que algunos de los mencionados son ineludibles éxitos y
caballitos de batalla de los shows. Opinó Trevor Rabin sobre la cuestión: “Chris me habló sobre ello y dijo “¿Por qué no elegimos un puñado
de canciones. Las que no te gusten, no las haremos. Las que encuentres
atractivas, las haremos”. Obviamente había canciones como Roundabout que me
gustaban pero quería hacerlas a mi manera. La parte fácil fue aprender las
canciones. La difícil fue tratar de tocar algo en ellas que no fuera
exactamente una copia. De hecho las canciones de 90.125 sonaron en vivo mejor
que mucho del viejo material…” [20].
Trevor, en comparación, se llevó todos los aplausos y atención arriba del
escenario. Era el “chico maravilla” que renovó a Yes y –por más que les
pese a los fans ortodoxos- no podía desconocerse su impresionante talento como
compositor y como guitarrista. Su estilo era mucho más “heavy” y “pirotécnico”
que el practicado por Steve Howe; pero éste último también había dado
muestras de ello en “Relayer” y más
recientemente en “Drama”, como ya
he afirmado. Al fan “setentero” pudo gustarle o no, sin embargo éste fue un
factor que atrajo a una nueva generación, en los ochentas, en un contexto más
afín al rock pesado y guitarristas de la talla de Eddie Van Halen, como íconos.
Otra
sorpresa estuvo dada por los espacios solistas, algo que es coherente con la
tradición progresiva pero en franco abandono durante la década de 1980, luego
de la revolución punk y el advenimiento de la New Wave. Rabin apeló a la
guitarra acústica -para proseguir con la costumbre de su predecesor Howe- y
descolló con una pieza bautizada “Solly´s
Beard”, acompañado de una base de teclados por T. Kaye; quien lo precedía
en el set-list con su propio momento -llamado “Sí”-,
instrumental en teclados y órgano Hammond caracterizado por combinar elementos
futuristas y de música clásica (una síntesis, en su concepción, de lo que
representa la música de Yes). Visual y escenográficamente atrapante por las
figuras piramidales formadas por la iluminación laser. Anderson también se
valió de su ayuda para apelar a la emoción del público y transmitir el
mensaje de paz y esperanza que porta “Soon”,
la parte final (devenida en single) del clásico “Gates
of Delirium” del álbum Relayer (1974). Mientras que Alan White disponía
de dos momentos del show para lo suyo: la intro a la canción “Hold On” y el solo compartido junto a Chris Squire, ahora
llamado “White Fish”. Una evolución
de su exhibición solista en el álbum Fragile (1972), “The Fish”, enriquecida ahora con célebres y distintivos
fragmentos en bajo de varias canciones de la trayectoria grupal, haciendo un
recorrido por la historia y procurando cubrir algunos capítulos de la discografía:
Relayer (“Sound Chaser”) y Drama (“Tempus
Fugit”), entre ellos. Antes, Chris Squire iniciaba su sección con “Amazing
Grace”, un instrumental tradicional editado como simple, proveniente de la
época de “Going For The One” y
también incluido posteriormente en “Yesyears”
(Disco 3). Espacios solistas bien apreciados por los fans acérrimos del
grupo y que, en cierto modo, contribuyeron a un atractivo diseño de set y
momento de descanso para los otros integrantes.
Todas
las imágenes pertenecen a 9012Live (Edición en Video, 1985, y DVD, 2006). Atco
& WMV
La
delicada renuencia de Kaye a involucrarse con la nueva tecnología tuvo su práctica
solución con la asistencia de Cassey Young fuera del escenario. Un tecladista,
programador y técnico de teclados que lo ayudaba con los sintetizadores y
teclados adicionales, tras bambalinas (situación que fue señalada, en su
declaración, por Eddie Jobson; y a Cassey se lo podía ver en el Video 9012Live
“All Access”). Aún así, a Tony
Kaye se mostraba muy activo en el escenario y destacado cuando llegaba el turno
en sus partes de Órgano Hammond B3 y pianos, como -por ejemplo- en la tercera
sección “Starship Trooper” (“Würm”)
o su personal interpretación de “Roundabout”,
en los bises. Ciertamente, había mucho en el set-list que lo tenía como el
“tecladista original”: material de 90.125 (aún cuando, como ya se expresó,
Rabin estuvo a cargo buen parte de los teclados en el estudio) y tres canciones
de “The Yes Album”, último álbum en participar antes de ser
despedido en Agosto de 1971. De todos modos, el protagonismo y la atención en
toda la gira quedó focalizado en la figura de Trevor, quien aportó savia nueva
a una banda que parecía haberlo dado todo hasta 1980.
Procurando
lograr un balance entre el viejo y el nuevo material, el concierto arrancaba
habitualmente con el instrumental “Cinema”
(una manera de reconocer cronológicamente al cuarteto que dio inicio al
proyecto que derivó en Yes), seguido de la pop “Leave
It”, convirtiendo estadios en discotecas y en señal de apoyo al nuevo álbum
que estaban presentando. También, creo que no podría haber otro momento
oportuno para interpretar esta canción netamente vocal, por el desgaste propio
del desarrollo del concierto. Después, era tiempo de volver al pasado y tocar “Yours
Is Not Disgrace”, en veloz y pirotécnica versión, por la obvia
presencia de Trevor en guitarra. Y así, alterar entre las nuevas y viejas
canciones, matizando con los distintos espacios solistas de los cinco miembros.
Causó sorpresa que no reservaran “Owner
Of A Lonely Heart” para el final
o los bises (salvo en algunos tramos de la gira) así como añadirle antes una
pequeña sección instrumental de “Make
It Easy”, canción que finalmente no pudo incluirse en 90.125. Se señaló
que Trevor había decidió tocar los viejos temas a su manera y “And You And I”, en guitarra eléctrica, puede citarse como un
ejemplo de ello, interpretada con un espíritu distinto al de su co-mentor Steve
Howe. Digamos que “Close To The Edge”
es un álbum sobradamente importante y único como para ignorarlo en cualquier
gira de Yes, posterior a 1972; y la de presentación de este disco multiplatino
no podía ser la excepción. Y si, acto seguido, escuchábamos “Soon”
con la sóla voz acompañada de una base de acordes en teclados, el capítulo de
la nostalgia puede considerarse cumplido. “Changes”
-con sus intrincados e introductorios arreglos, cortes y cambios de ritmos,
intercambios vocales- y “Hearts”
–con su filosofía de amor, estribillos, versos y palabras usadas como formas
musicales (voz como instrumento)- permitieron demostrar a los viejos fans que
asistían a los conciertos que el tratamiento “Yes” de las canciones pudo
haber mutado de forma pero seguía vigente en la nueva formación. En este último
tema, a tono con su mensaje, la iluminación laser dibujaba en el espacio dos
corazones, como para añadirle un poco de color a la ocasión. Una especie de
continuidad que los “enlaza” con los elementos típicos del pasado grupal,
pese a una sonoridad más pesadita y tecnologizada de 90.125. “City
of Love” –ese denso exponente de
cuán cercano al heavy metal pudo llegar Yes- fue reservado para jugar y hacer
participar al público (¿para qué otra cosa podría servir en una banda de
estas características e historia previa?), provocando la “sensibilidad” de
los fans ortodoxos, hasta que empalmaba con la exquisitez final de “Starship Trooper” y todo volvía a la normalidad otra vez. Es
clara muestra de las influencias del recién llegado y que este álbum no estaba
destinado a ser Yes, en un principio. La extendida versión en vivo de “City
Of Love” (puesto que a él me refiero) podría calificarse de abusiva y
ocasionaba dispares reacciones en el auditorio, antes del “glorioso” final.
“Starship
Trooper”,
además de un gran clásico, fue todo un acontecimiento en sí mismo en aquella
gira, dando paso a un espectacular despliegue escénico, lumínico y musical sin
precedentes en el pasado. Fue la primera vez en Argentina que pudimos ver y
apreciar algo inigualable para la época[21].
Rabin, con su guitarra, le imprimía una dinámica poco usual y alejada de las
sutilezas de Howe pero –al arribar a “Würm”- se disponía a alcanzar una
velocidad de ejecución supersónica, en directa, franca e indisimulable
complicidad con Chris Squire y Alan White, apoyada por el despliegue de las
“varilites” y demás equipamento lumínico sin precedentes (al menos, en
esta parte sur del mundo). Todo estuvo perfectamente sincronizado y llevado a
cabo por un nuevo personal (staff) de escenario e iluminación, sin puntos de
contacto con el equipo del pasado. Yes siempre estuvo a la vanguardia en materia
de tecnología; y esta gira no fue la excepción. Eficiencia y profesionalismo
para la promoción de un disco y nueva formación que inauguraba una nueva era
en la banda.
La
gira se extendió por espacio de nueve meses, en Norteamérica y Europa, durante
1984, con una pausa ocasionada por un accidente de Trevor en una piscina.
Luego
fue oportunidad de extender las fronteras y llevar, ya en 1985, la propuesta de
show a Sudamérica (participando del exitoso mega-festival “Rock In Río”,
Brasil) y más tarde a Japón. Fruto de dicha gira fue la posterior publicación
de un Video bajo el título “Yes
9012Live”[22]
y su cuasi respectivo álbum en vivo “9012
Live – The Solos” en 1985,
conteniendo algunas canciones más los momentos solistas de la propuesta del
show, complementando la edición en video (En el 2006, editado en DVD por Warner
Music Vision). La gira fue un suceso equiparable al discográfico y las
controversiales circunstancias que tuvieron que pasar en Argentina en particular
(al ser el primer grupo inglés en visitar el país, luego de la Guerra de
Malvinas), más tarde descriptas en dicho álbum en vivo (1985), fue un
malentendido y un hecho manipulado políticamente, que no tuvo su correlato o réplica
en los shows brindados en el Estadio Vélez Sarsfield (Bs. As.). Una vez más,
la banda transmitió su mensaje de paz y amor, desarme, logrando la comunión
con el público argentino asistente (que sabía perfectamente de su filosofía y
lo confirmó enfáticamente al concluir la versión vocal de “Soon”).
Tal es así que, cada vez que organizaron una gira por Sudamérica (en seis
ocasiones: 1985, 1994, 1998, 1999, 2010 y recientemente en el 2013), Argentina
siempre estuvo en el calendario de fechas y la empatía con el público fue y es
total.
Contratapa de 9012 Live – The Solos
VII
Conclusiones
Yes
había retornado al centro de la escena del rock & pop mundial, con una
propuesta nueva y revitalizada que nada tenía que ver con su pasado, a excepción
de cuatro de sus cinco miembros (tres de los cuales fueron fundadores del
grupo). En sí, constituyó un presente “diferente” y el nacimiento de una
nueva Era para el grupo, que –con intermitencias, surgimiento de una formación
paralela en 1989, batallas legales y una inimaginable unión de ocho miembros,
de por medio- se extendió por el término de catorce años. Ciertamente, no
estaba destinado a renacer como tal pero, con la inclusión de Jon Anderson en
el último minuto y este álbum, acabó erigiéndose –paradójicamente- como
el más vendido de su historia y aportándole su smash-hit
“Owner Of A Lonely Heart”
mediante.
A
diferencia de su Era Clásica, Anderson no gozó del protagonismo de antaño y
su influencia en la concepción de los álbumes de esta Era fue mínima y
relativizada, salvo en el caso de “Talk”
(1994). Hecho que lo determinó a abandonar la banda por segunda vez en 1988 y
gestar otra paralela, reclutando a los artífices de “Fragile” y “Close To
The Edge” pero fracasando en persuadir a Chris Squire para unírseles en lo
que más tarde (sin Chris) sería el proyecto A.B.W.H. . Quiso ser una parte
activa en el origen mismo de “Big
Generator” -álbum subsiguiente a 90.125- pero Trevor Rabin y Chris
Squire, así como el productor Trevor Horn, tenían en mente ideas diferentes a
las suyas y nadie se encontraba dispuesto a ceder. Los tres músicos proponían
ideas en diferente dirección y ello trajo numerosas discusiones que acabaron
por ocasionar la renuncia del mismo Horn. Filosóficamente, Jon Anderson se
situaba en las antípodas de Rabin, discutía con Squire todo el tiempo y se
saturó de la banda, tras la gira de 1987/88. “Toma tu cheque y no hagas
olas” se le habría dicho…
Ciertamente,
el éxito de 90.125 debe ser atribuido en primer lugar a Trevor Rabin, seguido
por Trevor Horn (cuya producción fue un factor clave) y Chris Squire, quien
(además de colaborar compositivamente) se preocupó en dar apoyo a su compañero
y en cada detalle que contribuyera al logro del objetivo tan apreciado. 90.125
fue, en cierta forma, un afortunado accidente en la historia de Yes por las
circunstancias fortuitas que se desarrollaron específicamente durante su
proceso de grabación: A pocas semanas de editarse, se trataba del disco de una
“nueva banda” (“Cinema”) que tenía por particularidad contar en sus filas a
tres ex miembros de Yes y otro más en el área de producción. No existía la más
mínima intención de llamarlo Yes, ni de reclutar a Jon Anderson… hasta que
al productor no le convencía Trevor Rabin como voz líder y Phil Carson no tuvo
mejor idea que sugerir llamar a Jon para poner su voz en ciertas canciones…
Por
su lado, la compañía discográfica (Atlantic) metía presión y no le gustaba
para nada que esta banda se despache con extensas y complejas composiciones, tal
y como era habitual en el pasado de algunos de sus miembros. De allí que “Hearts” sea la canción de mayor duración, con apenas 7:34
minutos; mientras que la mayoría de las otras fueron grabadas con una extensión
adaptable para ser pasada en radios y dispuestas para ingresar en los charts,
como potenciales hits. Pero no sólo el cambio se situaba en la duración de los
temas. El ate de tapa y diseño interno del álbum tanto como la estética misma
de la banda (imagen, logo, vestimenta, videos, etc.) también acompañaron y
enfatizaron el cambio de orientación musical, más tarde ratificados por la
propuesta de show. De modo que la aparición en el mercado de 90.125 obligó a
una división entre una era y otra nueva, la cual –como opinó Geoff Downes
(leer “Se dice de…”)- no era necesariamente mala por no estar “el espíritu
del concepto original”. Lo concreto es que 90.125 marcó un regreso triunfal
al mercado discográfico y en un contexto de rock & pop, con una pizca de
rythmn & blues, incorporando una nueva generación de fans en todo el mundo.
A la trayectoria de Yes, le aportó nueva sangre con la valiosísima incorporación
de Trevor Rabin y una revitalizada propuesta, que les permitió tener
continuidad (yendo un poco más allá, Rick Wakeman afirma que 90.125 le salvó
la vida a Yes) antes que esperar a la década siguiente (noventas); donde hubo
un cierto renacer del rock progresivo-sinfónico y bastante de sus clásicos
exponentes volvieron al ruedo.
Pero, volviendo a aquellos años, Brian Lane tuvo razón y visión en proféticas palabras, al decir -opinando sobre sucesos posteriores a su despido-: “Todos se fueron pero Steve Howe y Geoff Downes debieron estar de acuerdo con mis pensamientos porque semanas más tarde volvieron a la oficina con John Wetton y formamos el embrión de Asia … Entonces, los otros muchachos reformaron Yes, le besaron los pies a Jon Anderson quien regresó y Trevor Horn produjo la grabación.” ¡Touché![23].
Anexo I
Se dijo de 90.125…[24]
Jon
Anderson:
“Es importante saber que Yes existe desde hace mucho tiempo y que
ahora tuvimos un disco exitoso como 90.125, lo que probablemente nos dé unos años
más de vida. Si conseguimos desenvolvernos musicalmente bien va a ser un
“boom” para todo el mundo” [Revista
Pelo. Edición 232. Año XV. Febrero de 1985];
Bill
Bruford: “Es
muy buen pop. No tengo otra asociación o pensamiento sobre él. Creo que fueron
un muy buen grupo pop en ese momento” ;
Geoff
Downes: “El
disco 90.125 está obviamente relacionado con el trabajo de Trevor Horn. Fue un
hito para ellos. La música allí no refleja la producción anterior de Yes.
Seguramente porque es el primer disco en que Steve Howe no toca. Y creo que
90.125 obliga a una división entre los fans del grupo. De alguna manera no tenía
el espíritu del concepto original, lo que no creo que sea necesariamente algo
malo”;
Trevor
Horn: “Un
espléndido trabajo musical de pop manufacturado”. “… Lo más importante
en la música de hoy es mezclar la tecnología digital con los sonidos de
siempre.” [Fuente:
“Yes” por Jaime López. Video Rock Salvat. Salvat Editores S.A. Barcelona,
1991. Pág. 52];
Steve
Howe:
“Cuando escuché por primera vez 90.125 dije “Esto no es Yes”. Podía
escuchar algo de Jon, un poco de Chris, pero no sentía lo mismo. La calidad no
estaba ausente porque yo no estuviera sino porque, de algún modo, el tipo de
obra que habíamos hecho no podría ser repetido.” ;
Tony
Kaye:
“Sabíamos que el disco tenía que ser simple. Así que lo mantuvimos
dimensionalmente claro. Queríamos que sonara más moderno, y que atrajera a una
audiencia a la que le gustara The Police o el nuevo Genesis. No podía ser de
nuevo el viejo Yes, aunque al mismo tiempo sabíamos que tampoco debería sonar
como Stix o Journey, ese tipo de bandas americanas con vagas raíces
inglesas.” ;
Trevor
Rabin:
“Andaba buscando un contrato discográfico.
Había escrito la mayor parte de 90.125 y quería grabarlo. Obtuve algunas
respuestas de varias compañías, incluyendo a ARISTA, que decían que el
material era muy extraño, y que no andaría bien en el mercado de hoy. Después
resultó que se convirtió en un número 1. Pero en realidad hubo algo de interés
de Atlantic, que me dijo que tenían a un par de bandas: Chris Squire y Alan
White por un lado y Jack Bruce y Keith Emerson por el otro. Así que había dos
opciones. Desde un punto de vista egoísta pensé “lo que necesito es una gran
base rítmica”. Así que me junté con Chris y Alan. Luego decidimos llamar a
Tony Kaye, ya que yo había tocado los teclados en el demo, pero ¿Quién los
iba a tocar en vivo? Vino, nos llevamos bien y se logró la formación de 90125
menos Jon. La banda se llamó Cinema y nunca tuvimos la intención de llamarla
Yes. Chris le hizo escuchar a Jon un tema en una fiesta. A Jon le encantó, y se
acercó para cantar en un par de temas. Al escuchar el material pensé `Dios, es
impresionante!`. Así que le preguntamos si se quería unirse a la banda, y dijo
que sí” ;
Chris Squire:
“Había escuchado una cinta que mi
manager de entonces, Brian Lane, me había dado en 1979, en la que Trevor Rabin
tocaba y cantaba todo, y sonaba parecido al último disco de Foreigner antes de
eso, cualquiera que este haya sido. Y lo hacía muy bien. Podía cantar como Lou
Gramm [vocalista de Foreigner] y podía tocar como cualquier otro guitarrista
que había escuchado. ¡Y producía sus discos y tocaba la batería! Me contacté
con él en Londres para formar una nueva banda y tuvimos una horrible zapada. En
realidad no tocamos nada bien, pero nos caímos bien, así que no nos importó.”
Rick
Wakeman: [I]
“Fue interesante el cambio de dirección
de Yes cuando entró Trevor y editaron 90125, que fue un gran álbum, con
excelente material y grandes canciones. Un álbum importante, tanto como
Fragile. Cualquiera sea tu formación definitiva de Yes, aún así ése era un
álbum terriblemente importante.”
[II] (Referido a Trevor Rabin y al álbum) “… Me gusta este tipo, es bueno”. Y mucha gente me lo decía. Y luego fue a América e hizo el disco con Yes 90125. Y muchos decían que ese disco no era Yes. Mi pensamiento siempre fue que ése era el disco que le salvó la vida de Yes. Porque si Yes no hubiera tenido un disco vendedor por entonces hubieran pasado unos diez años sin un disco exitoso y la banda moriría. No hay ninguna duda. Y, en ese sentido, Trevor tuvo un rol muy especial. Él trajo nuevas ideas, nuevas canciones que hicieron posible ese álbum. Y cuando critican a 90125 como un álbum “no clásico” de Yes, o les digo “sí lo es, por la historia de Yes. Fue el que salvó la vida de Yes…”
Anexo II
Transcripciones desde los videos/dvds
Se
incorporan las transcripciones en esta Nota a título ilustrativo y dejando en
claro que los derechos intelectuales les pertenecen a los Editores de las Obras
Videográficas.
II.1.-
Yesyears
Alan:
Chris
y yo nos mantuvimos componiendo juntos. Pasamos un período trabajando con Jimmy
Page.
Chris
Esta gran banda –en teoría-, que se iba a llamar XYZ. Muy apropiadamente, ex
Yes Zeppelin. Grabamos cinco o seis temas con Jimmy,
Alan:
Esto eventualmente se disolvió otra vez por problemas de managers
Chris:
Queríamos seguir adelante, produciendo cosas. Y, así, por el momento en que
empezamos a buscar un nuevo… nuevas ideas.
Alan:
Atlantic Records. Chris y yo seguíamos deseando cómo encarar la carrera de Yes
y ellos nos sugirieron que intentáramos con un guitarrista llamado Trevor
Rabin.
Chris:
Muy extrañamente, dos años antes de esto me fue dado por Brian Lane una cinta
de Trevor Rabin.
Trevor:
Tuve una llamada de este tipo llamado Richard Steinberg, quien estaba en
Atlantic en ese momento, y él me quería para reunirme con estas dos bandas; y
dije ¿Cuáles bandas?. Él dijo: “Keith Emerson está formando una banda
junto a Jack Bruce. Y Jack ha trabajado contigo…” Jack tocó en mi tercer álbum
solista. Y así, él me dijo “Sí, tómalo”, de todos modos. “Y la otra
banda es Chris y Alan, buscando a alguien cantante, compositor y guitarrista”.
Y no hablé con Keith pero sí lo hice con Chris y le dije ¿Qué quieres que
haga?. Y dije “Escuché tus cintas y estoy impresionado y desearía que nos
juntáramos y ver qué pasa”
Chris:
Alan y yo nos encontramos con él e inmediatamente nos llevamos muy bien. De
hecho, fuimos a mi casa y tocamos en mi estudio. Y probablemente fue la peor
sesión que cualquiera hubiera tenido. Pero no nos importó porque nos
impresionamos bien unos con otros.
Trevor:
Sonó horrible pero nos sentimos bien. Fue extraño. El sonido fue malo pero allí
sentí que había comunicación. Ellos habían trabajado con Jimmy Page y empecé
a trabajar en algunos de los temas que estuvieron haciendo con Jimmy. Y
rehicimos algunas de las partes de guitarra y del material; y eso comenzó a
sonar bien.
Chris:
Siempre ha sido una pena, en cierta forma, la partida de Tony de la banda. No ha
sido realmente un hecho muy justificado de la vida, en muchos sentidos. Y así,
yo estaba en contacto con él y le pregunté “¿Te gustaría volver? Tenemos
un guitarrista nuevo ¿Te gustaría venir y hacer algo con esta otra banda?”,
que probablemente iría a llamarse “Cinema”.
Tony:
Realmente, no teníamos aspiraciones de traer de regreso y juntar a Yes. Era más
… Trevor estaba muy inspirado y fue una algo vivo. Pienso que tocamos por
nueve meses. Trevor tenía mucho material y Chris también; y teníamos cosas en
qué trabajar
Trevor:
Atlantic vino y no le gustó.
Chris:
Ellos tenían algunas dudas acerca de tener un cantante distinto [separado] pero
nosotros decidimos seguir adelante de esa manera.
Trevor:
Chris tenía un estudio en Londres y dije “vayamos a tu estudio y grabemos
algunas de estas canciones y entonces podremos ofrecerlas (mostrarlas)”. E
hicimos eso y Atlantic escuchó las cintas y las deseaban y el acuerdo fue rapidísimo;
y suficiente para disponernos a hacer un disco
Alan:
Comenzamos a grabar con Trevor Horn.
Trevor:
Estuvimos casi un año -nueve meses- haciendo el álbum, concluyéndolo
Tony:
Y otra vez Jon vino al pueblo
Trevor:
Jon no estaba haciendo nada específicamente y lo había llamado a Chris antes.
Así que dije “¿por qué no se lo mostramos a é?
Tony:
Vino al estudio, escuchó el material. Le gustó y decidió que quería cantar
en él.
Alan:
Él vino, cantó en un par de temas Y justo al ponerlo y escuchar para ver qué
es lo que estaba sucediendo, era como la versión ochentosa de un Yes moderno
con Jon. Así que no pudo ser de otra manera de llamar a la banda que no fuera
Yes otra vez.
Jon:
Los
próximos dos años fueron increíbles porque fue la primera vez, realmente, que
el mayor éxito había llegado a la banda en top singles en los rankings Las
chicas gritaban y cosas como esas, realmente por Trevor.
Rick:
Trevor fue el elemento catalizador del suceso de la banda en los Ochentas y no
hay ninguna duda al respecto. He sido un gran admirador de Trevor durante
algunos años y le dio a la banda el giro de los ochenta, con “Dueño de un
Corazón Solitario”.
Alan:
Y,
por supuesto, la compañía discográfica estuvo muy feliz con este renacimiento
de Yes y más allá de eso vino 90.125, que fue el álbum más exitoso que la
banda siempre ha tenido. Así que fue un largo giro, como lo fue, seguido de una
gira exitosa y se sentía como que estábamos finalmente afirmados, con los pies
en la tierra otra vez.
Trevor:
Siempre he sido el cantante-líder en todo aquello que he hecho, como hubiera
sido 90.125 conmigo como cantante líder y Jon viniendo después, como si no
hubiese puesto toda su voz líder. En Dueño de un corazón solitarios” yo
canté los coros y en “Cambios” yo estoy cantando las estrofas. No fue una
chiquilinada de nadie, fue solamente las claves incorrectas para él en algo de
ese material y dije “Suena bien: Sólo has esta parte” .
Chris:
Hicimos
9012live video de esa gira, en aquel año, lo cual fue una especie de material
fresco de hacer porque, de esa manera, fue que encontramos a Steve Soderbergh,
quien salía de la Escuela de Arte. Después fue el Señor “Sexo, mentiras y
video” y nosotros fuimos su primer gran proyecto. Tuvimos una nominación a
los Grammys por elvideo. Desafortunadamente Sting lo ganó porque fue una
especie de Año de Sting, en ese momento.
Trevor:
Recibí una carta de Arista, cuando estaba buscando un contrato personal, antes
de 90.125 y después que concluyéramos Geffen y yo, diciendo “De la manera
que nosotros sentimos, tu voz tiene (había tres canciones allí, “Cambios”,
“Dueño de un corazón solitario” y “Ciudad del Amor”) potencial para un
Top 40. Sentimos que tus canciones están lejos también de dejar una marca en
el mercado. Eso hizo que yo estuviera totalmente determinado en cuanto a que
esas eran las canciones correctas. Cuando compones una canción, hay dos maneras
de hacerla: tu manera y la manera equivocada. Es algo muy presumido de decir
pero pienso que todo compositor tiene eso con algunas variantes. Pero… ello no
es incorrecto, es solamente diferente.
Siempre
vengo a la banda con las canciones terminadas que están producidas Tengo un
gran estudio en casa; así que quedan terminadas. Así es muy definido. Supongo
que es muy fácil para Chris porque él viene con ideas muy definidas en aquello
que quiere hacer. Pero hay bastante de cosa colaborativa allí. Yo estuve
abierto a mucho más que cuando recién comenzábamos. Pero en 90125 yo era
mucho de “Esto debe ser así, esto deberá ser asa…”
- O -
II.2.-
YES 9012 LIVE – SPECIAL FEATURES – “BAND INTERVIEWS”
[*]
Se seleccionó de este video/DVD las partes ú opiniones concernientes al período
de 90.125 nada más; debido a que ciertas inserciones allí contenidas refieren
a tópicos de la historia pasada de Yes, Trevor Rabin y el Sistema Aparheid en
Sudáfrica (Tener en cuenta que fue filmado a fines del año 1984) .
Chris:
Después
de la ruptura de ese formato…, Alan y yo seguimos juntos. Lo que fue algo muy,
muy bueno. Pasamos un tiempo tocando con Jimmy Page y lo que iba a ser el
proyecto XYZ. Robert nunca llegó al estudio por una u otra razón, lo que creo
entender.
Alan:
Chris y yo decidimos comenzar a escribir y mantener nuestra relación,
progresando musicalmente. Yo iba a su estudio a diario. Y tocaba y componía música.
Es lo único que creí querer hacer. Aún estaba llevando adelante mi carrera.
Tenía ofertas de distintas fuentes para sesiones, entrar en otras bandas y
cosas similares, pero realmente lo que quería hacer era continuar con la
situación de Yes. Chris: E hicimos
un simple juntos…
Alan:…llamado
“Run With The Fox”…
Chris:
Lo lanzaron en Inglaterra, posiblemente en Estados Unidos. No estoy seguro,
conociendo la situación de conglomerado de WCI. No se sabe bien qué es lo que
pasa. Como sea, lo tocaron mucho y eso nos dio impulso, porque habíamos hecho
algo en ese interín.
Alan:
Lo que sentimos que queríamos hacer era tomar el tema YES que había estado
dando vueltas por tantos años y modernizarlo y adaptarlo a la época actual.
Chris:
Luego tuvimos que decidir cuál sería la jugada siguiente. Podíamos adoptar
una especie de actitud de Donald Fagan de ser los tipos que escriben las
canciones y se las llevan a la gente que hace un disco o podíamos pensar en
reformar la banda. Decidimos reformar la banda
Alan:
A través de la compañía discográfica, pudimos conocer a Trevor Rabin y fue
una gran fuente de… sentimos como que los tres fuéramos un equipo al
reunirnos por primera vez para comer comida japonesa. Tocamos juntos dos días y
él regresó a Los Ángeles. Sentimos un nuevo comienzo de la nueva banda y
comenzamos a sentirnos mucho más seguros sobre el futuro.
Chris:
Había tenido una cinta suya por algún tiempo antes de conocerlo. Como dije,
era capaz de sonar como Foreigner él solito, desde la batería al bajo y los
teclados a las guitarras y las voces.
Tony:
Es un gran arreglador, un gran productor… es bueno en todo.
Chris:
Como guitarrista, para mí, estaba Jimmy Hendrix y luego está Trevor. Puedes
decirle: ¿Recuerdas el sonido que George Harrison consiguió en “Abey
Road”, en “Here Comes The Sun”? Y luego él oprime… “Hablas de éste”
y el sonido que te da es el doble de bueno de cómo lo recuerdas.
Tony:
Es
exactamente lo que
Jon:
… un grupo como Yes necesita.
Trevor:
Me gustan los hombres mayores… [en
film: cara de pocos amigos de Jon]
…
Chris:
Era como una música de línea de producción y a menudo lo que es increíble es
que la música así puede ser gigante por un año. Pero luego la gente que
quedaba colgada lo hacía porque creían
que hacían lo correcto. Y, hasta cierto punto, Trevor necesitaba que lo
salvaran de eso. Necesitaba trabajar con Alan y yo; y lo hizo, y vino con muy
buen ánimo. Y, como dije, tuvimos un ensayo antes de que reserváramos esta
fecha donde tocaríamos juntos la primera vez que nos viéramos. Y fue horrible,
pero sabíamos que era lo correcto.
Trevor:
Hablabas anteriormente de los fans más acérrimos de Yes que decían que esta
banda se ha vendido. Es tan contrario a lo que ocurrió realmente, por el
aspecto de que nos unimos para un propósito, y es hacer música. No había algo
definitivo sobre que la banda fuera a ocurrir con seguridad. Chris, Alan y yo
nos reunimos y trabajamos y tres semanas después involucramos a Tony Kaye.
Chris:
Hablando de uno de los tecladistas, Tony Kaye me vino a la mente como el balance
ideal para Trevor, porque tiene un enfoque textural simplista, no el de los
solos, y eso también funcionaba. Entonces, estábamos los cuatro, nos reunimos,
y ensayamos muy duro durante como ocho meses, seis días a la semana en Londres.
Tony:
Me sentí muy halagado de tener la suerte suficiente de volver con la banda.
Complete el círculo.
Trevor:
de haber tomado este proyecto del mismo modo en que habían armado ASIA,
probablemente nos habríamos separado el primer mes pero lo hicimos por la música
y al final corrimos riesgos porque podría no haber funcionado. Podríamos no
estar sentados aquí, ahora.
Chris:
Y
tocamos de todo, desde AC/DC a Return To Forever para hallar cuál iba a ser
nuestra identidad.
Trevor:
Afortunadamente, para mí, pasé por un período donde no hice nada durante dos
años. Me senté en casa y escribí sin parar y se me ocurrió lo que consideré
ser un nuevo estilo y un nuevo comienzo para mí; y ése es el material que
aterrizó en el disco de Yes
Chris:
Así
que hicimos todo el disco entre todos; y había un par de hoyos en un par de
canciones y le molestaba a Trevor Horn el hecho que no hubiera suficiente art
rock en él. Entonces… ¿A quién vas a llamar?
Jon:
Chris me llamó y nos reunimos; y fue la primera vez que nos veíamos en tres años.
Fue realmente bueno, como la primera vez que nos vimos, que había sido… ¿Cuándo?
14 años antes o algo así. El modo en que nos miramos nos hizo reir y dijimos
“Sí, es el pasado”, todo lo que nos ocurrió y todo eso. Y me pasó
“Leave It”. Y me senté allí y le dije “Esto es tan bueno”. Había
hecho una gira por Estados Unidos con un grupo de músicos que eran muy buenos y
dondequiera que iba, había esta… tenía una gran reacción por parte del púbico,
pero igual había algo… tocaba música de Yes. Hacía canciones como “I´ve
Seen All Good People”, “Roundabout”, porque aún creía en la banda. Aún
creía en su música y aún creía en sus ideales, en sus fortalezas y en sus
debilidades. Siempre creía en Yes y no iba a dejarla ir. Iba a mantener la
bandera flameando hasta que hubiera un momento donde pudiéramos reagruparnos y
volver a ser llamados YES.
Chris:
Él me había llamado en el medio de la Gira de Jon Anderson en Estados Unidos y
la recibí bien, le di la bienvenida a la llamada. Y fue bueno. Y dije “Jon,
éso suena a buena idea, pero de momento estamos arreglando los fundamentos de cómo
va a ser este grupo”, y quedó en eso. Cuando llegó al momento en que pensé
en que había algo que faltaba… y Trevor Horn también lo hizo… fue un poco
frustrante porque hicimos un gran disco pero todos querían un poco más.
Jon:
Sugirieron si me interesaría cantar, y ayudarlos a desarrollar las canciones,
un poco aquí y allá. Había una o dos áreas que eran un poco grises. Así que
dije “Sí, lo pensaré durante dos segundos” y “Estaré muy interesado”.
Sentí que podía agregar y contribuir ideas líricamente y hacer algunas cosas
respecto del coro; y eso fue lo que hice.
Chris:
Se puso a la altura de la situación, como con “City Of Love”, donde trabajó
modificando la letra y suena como una canción distinta; y la hizo aún más
interesante
Jon:
Pero, obviamente, con el modo en que suena. Y el modo en que voy a cantarla y el
contenido lírico, realmente vamos a volver a Yes. ¿Vamos a volver a hacerlo?
Chris:
Entonces, cuando oímos las canciones, dijimos “Nos estamos engañando si
vamos a volver a ser Cinema”; que es lo que no íbamos a hacer.
Ése iba a ser el nombre del grupo. Y dijimos: “Bueno, será Yes”.
Trevor:
He sabido de amigos en discográficas que la gente va con demos y lo nuevo es
decir: “Sí, escucha esto” y les pasan “Owner of a Lonely Heart” y dicen
“Esto es lo nuevo que deben intentar. Este es el nuevo estilo”. Y al mes
siguiente habrá algo nuevo y ése será el estilo.
Alan:
Queríamos hacer un disco de éxito y teníamos suficiente, con Trevor Horn y la
gente del estudio donde hicimos el disco. La suficiente diferencia como para
hacer una canción que fuera estupenda para empezar a hacer otra cosa que llegó
al Nº 1 en E.E.U.U. . Nuestro primer número uno.
…
Trevor:
La respuesta que he recibido durante la gira no he sentido nada negativo de los
fans acérrimos que vamos a ver. Son muy distintivos entre el público.
Alan:
Es raro hacer distintos shows, ver el tipo de mezcla que quieres. Tienes al tipo
de 35 años que escuchó todos los discos…
Trevor:
el público antiguo de Yes, el del Yes de antes.
Alan:…
parado junto a adolescentes de 16 o 17 años, todos disfrutando del concierto.
Jon:
Realmente disfruto conocer a la gente que viene al show de Yes. Te sientas y
hablas con un muchacho encantador que conocí el otro día, exactamente igual a
mi hijo…
Alan:
Cuesta asociar las dos cosas. Tener una familia y estar de gira por tanto
tiempo. Pero mi esposa ha sido muy comprensiva y parecemos haberlo organizado
todo.
Chris:
si te despiertas un día y crees que pagas el precio de algo, entonces puedes fácilmente,
al mismo tiempo, hacerlo funcionar para ti. Tengo una hija de catorce años muy
moderna, si, ella me da los hechos. No pasaron nueve meses desde que hablé con
ella. No, lo hacemos, hablamos cada tanto. De hecho, hablé con ella esta noche.
Ellos entienden. Harían la misma cosa. Es como un código de por vida. En
cierto modo, realmente somos una familia muy unida…
Jon:
Yes fue siempre la banda más aburrida de gira. Era muy conocida por ser o me
decían que era muy conocida por ser una banda aburrida.
Chris:
Creo que la mayor parte de los ´70s personificamos a los vegetarianos y como a
y leer el libro de un gurú en la cama y cosas así.
Jon:
Me encanta conocer a muchas mujeres. Me gusta hablar, y conocer tipos y hablar.
Sólo no siento que necesito ser un rocanrolero que persigue a las mujeres. Creo
que prefiero perseguir una canción ó cierta música. Así es como es. Así soy
yo.
Alan:
Ella confía mucho, en serio. Es la primera gira que hicimos de cualquier tipo
desde que nos casamos. Y ella confía mucho en mí.¿Sí? Nuestro matrimonio es
muy nuevo, tenemos dos niños muy pequeños y, a decir verdad, eso realmente no
me pasa por la cabeza. Está la cantidad de amor entre nosotros.
Trevor:
Sé a lo que te refieres. Pues yo estoy casado, así que me quedo en el hotel y
miro TV, tomo leche.
Alan:
La mejor parte del día es realmente subir a tocar.
Trevor:
Cuando vuelves al escenario, es emocionante. Están, obviamente, las tensiones,
discusiones, las peleas y las cosas que pasan. No me importa quién esté en la
banda, pasa con todas las bandas. Y viene y va, en oleadas de altibajos. Pero
generalmente lo más importante es cuando subimos al escenario. Hacerlo bien.
Jon:
El hecho que hemos podido conseguir un cierto éxito, si gustas, nos ha hecho
reflexionar y decir “Vamos a aferrarnos a esto” y cualquier cosa puede
solucionarse. La cantidad de tiempo que tienes te puede presionar en volverte
emocional entre nosotros, y luego dices “No, no lo hagas”. Lo que pasó en
el ´79 fue que había demasiados caciques y no suficientes indios. Y ahora
somos todos indios.
Alan:
Creo que hemos logrado lo que nos propusimos hacer, aún más de lo que esperábamos,
en mi opinión. Y el hecho de que la banda finalmente volvió a reunirse y
modernizó la imagen de Yes ante el mundo, me da una gran sensación de logro.
Jon:
Digo que, personalmente, estamos mejor que nunca. Creo que hay un mundo nuevo
allá afuera. Vamos a Brasil, que es genial. Ya era hora. Llevo diez años
queriendo ir a Brasil, con Yes, porque hay algo en Brasil que me parece
que es bueno para nosotros y viceversa. Brasil y América del Sur viven por la música.
En este tipo de mundo en que vivimos nosotros, nos alimentamos de ella.
Trevor:
Después
de esta gira, iré a escribir… escribiré un montón de música para el próximo
disco de Yes, y quiero hacer un disco solista.
Chris:
Creo que el ego de Trevor realmente es muy distinto al de Rick Wakeman. Creo que
Trevor podría ser capaz de hacer un disco solista alguna vez, pero en algún
momento deberá hacerlo.
Trevor:
Me gusta verlo como el síndrome de Phil Collins.
Tony:
Creo que definitivamente se resume en hacer otro disco estupendo. Tiene que ser
un disco brillante, y definitivamente lo haremos.
Jon:
Y ya decidimos que haremos algo un poco distinto Quizá manteniendo nuestros
pies sobre la tierra, pero también tratar de ser un poco… Yesificado.
Hacerlo. Sólo tratas de hacer algo un poco distinto.
Alan:
Creo que con Yes tendemos a querer tocar al máximo nuestros instrumentos y
mantener los estándares de la música lo más altos posible.
Chris:
Mi propósito principal con Yes como banda es poder ir a tocar en Moscú,
sabiendo que la misma audiencia y fans que estaban esta noche aquí, en
Edmonton, no son distintos allá. Sólo necesitan esa oportunidad. Y, a través
de eso, hacer que el mundo se dé cuenta de que se necesita. Un mundo entero
lleno de la misma gente a fin de sobrevivir. Es muy idealista pero alguien debe
serlo.
Jon: Soy fan de Yes. Sé que es raro que lo diga, pero me encanta esa idea. Nunca lo he visto. He sido parte de él. Pero siempre sentí que estaba en el público mirándolo. Tiene que ser increíblemente bueno. Quiero que me conmuevan.
--- o ---
FUENTES CONSULTADAS: Todas aquéllas que obran como notas a pié citadas. Para la redacción misma, huelga destacar en ese orden las obras de Chris Welch, las Entrevistas incluidas en los Videos/DVDs. de Atco/Warner Music Vision, Revista Especializada Mellotron, y la Revista Cantarock Número Especial (2º) dedicado a YES en su paso por Argentina.
IMÁGENES HAN SIDO EXPUESTAS A FINES ILUSTRATIVOS, PERTENECIENDO LOS DERECHOS INTELECTUALES A SUS RESPECTIVOS AUTORES & EDITORES.
(*) Mi agradecimiento a Marina E. Spinelli, Aldo Pinelli y Guillermo Poderoso, quienes leyeron el último borrador y brindaron sus opiniones y/o colaboración.
[1]
Chris Welch. “Close To The Edge. The Story of Yes”. Capítulo 8 –
“Drama”.
[2]
Incluido en
la Caja Recopilatoria que editó Atlantic en 1991, “Yesyears”, Disco 4.
[3]
Decía Squire (luego de editar “Run Like A
Fox”): “Hicimos un simple
juntos… Lo lanzaron en Inglaterra y posiblemente en Estados Unidos, no
estoy seguro … . Como sea, lo pasaron mucho y eso nos dio impulso. Habíamos
hecho algo en ese interín. Luego, teníamos que decidir cuál era la
siguiente jugada. Podíamos adoptar una especie de actitud de Donald Fagan
de ser los tipos que escriben las canciones y se las llevan a la gente que
hace discos o podíamos reformar la banda. Decidimos reformar la banda…”
; mientras que –por su lado- Alan White: “Chris
y yo decidimos empezar a escribir juntos y mantener nuestra relación,
progresando musicalmente. Yo iba a su estudio a diario y tocaba y componía
música. Era lo único que creí hacer. Aún estaba llevando adelante mi
carrera. Tenía ofertas de distintas fuentes… pero lo que realmente quería
hacer era continuar con la situación de Yes. Actualizarlo y modernizarlo a
estos tiempos.”
-YES:
“9012Live”, DVD. Special Features. Bonus Material. Band Interviews. WEA
(División de la Compañía Warner Music Group). 1986, 2006.
[4]
Fuentes: a) YES.
Obra citada en Nota Previa. Entrevistas a la Banda (Chris Squire); y b) YES.
“Un recorrido por su Historia”. Revista MELLOTRON. Edición
Especial. Mayo de 1998. Págs. 25/26
[5]
Obra
video-gráfica citada en Nota Nº 3.
[6]
En las
entrevistas de 9012 Live Video [hacia finales de 1984], Jon Anderson dijo
-en relación a su desvinculación de Yes a principios de los Ochentas- `Me
tomó seis meses darme cuenta de lo que había dejado atrás, todo un mundo
en cuanto a que mucha gente le gustaba YES y a mucha gente que sentía
fuerzas escuchando la música. De ahí en más, sentí: “Pues volveremos a
unirnos, porque definitivamente estaré allí cuando llegue el momento”.´
Otra
versión del mismo tópico fue brindada en reportaje por Anderson durante
Rock In Río a la famosa revista argentina PELO (ya desaparecida): “Es
extraño. Nosotros nos separamos por dos años y en ese período surgieron
muchas bandas que intentaron imitar a Yes. Cuando yo estaba de gira solista
por los Estados Unidos, muchas personas me pedían que reuniera Yes. Cuando,
en 1979, nos separamos nuestros temas no eran difundidos por radio y nuestra
grabadora no nos brindaba el menor apoyo. A mucha gente le gustaba el grupo
pero es muy difícil sobrevivir sin el apoyo de la radio y la grabadora. Yo
hablé con Chris y le dije que tal vez era una buena idea reunir al grupo
porque el público estaba comenzando a cansarse de la música pop, punk y la
música disco, y quería la vuelta al progresivo. Fue por eso que resolvimos
juntarnos nuevamente. Teníamos más cosas para decir…”
Revista
PELO. Edición Super Especial: “YES De Brasil a la Argentina”. Año XV.
Nº 232. 1985.
[7]
Personalmente, la fuente consultada por mí fue www.leonardinsky2.1.blogspot.com.ar
, sección “Entrevistas”, donde se transcribe la declaración de Jobson
fechada en 17/03/2007.
[8]
Cita en
MELLOTRON MAGAZINE. Edición Nº 28. Entrevista a Rick Wakeman por Andrés
P. Valle y Hugo Lagar. Buenos Aires, 2000.
[9]
Originalmente, su titulo iba a ser “The
New Yes Album” pero una curiosa anécdota en torno al mismo proviene
de las palabras de ese gran directivo de Atlantic que fue para Yes, Phil
Carson: “Curiosamente, el número no era 90.125. Por alguna razón, nosotros
teníamos un número diferente. Así, otro error fue cometido: le dieron el
número que nosotros queríamos para otra banda. Tuve una bizarra conversación
con Chris Squire. Íbamos a llamarlo 90.104. No pudimos usarlo y debía ser
90.125. Él me dijo que no le gustaba y estaba fatalmente serio. Dijo que no
era tan bueno como 90.104. ¡Como si hiciera una maldita gran diferencia! El
álbum vendió muy rápidamente y entonces llamé a mi amigo Tony
Dimitriades y ellos lo tomaron como su manager e hizo un gran trabajo con el
grupo.” WELCH, Ch. Obra
citada.
[10]
En
entrevistas para el Libro de Chris Welch, Trevor Horn ha dicho “…
Aún así, muchas de las grabaciones fueron por Trevor Rabin y yo. Por meses
en finalizarlo fuimos solamente Trevor y yo. El tecladista partió luego de
que tuviéramos una discusión y aquello fue el final para él. De cualquier
manera, Trevor Rabin era un muy buen tecladista.”; mientras que, por
su lado, Rabin opinó “Mucha gente
me ridiculizado por ser megalómano, lo cual no puede estar más que lejos
de la verdad. Ello fue a causa de haber tocado teclados en los álbumes. Y
la razón por la cual yo toqué teclados fue porque Trevor Horn decía “Yo
no quiero a Tony Kaye tocando teclados”…”.
Cabe
agregar un detalle peculiar al rubro de los teclados: en su declaración,
Eddie Jobson afirma que –ni bien declinó su participación- le fueron
retirados los equipos y directamente derivados a la sala de mezcla del álbum.
Él no es acreditado ni, en su web-page, 90.125 es citado en el link
“discografía” pero, para quien entienda de grabación, ¿Habrá
participado?...
[11]
En una
entrevista para la Revista Cantarrock, número Especial 2º, dedicado a YES
(1985), Trevor respondió: “Yo iba a hacerla en un álbum solista. Pensaba que no estaba bien
para Yes, así que no quería ni siquiera mostrársela. Pero les estaba
haciendo escuchar unos demos y la cinta paró por casualidad en esa canción.
Y cuando la escucharon, dijeron ¨esto es lindo¨ y yo dije ¨pienso que es
un hit pero tal vez debiéramos hacer algo diferente¨ y entonces pensamos
“Tal vez no”, así que la hicimos. ¡Gracias a Dios!”
[12]
Tiempo después, Jon Anderson aportó un poco de luz al respecto: “Como la producción de Trevor Horn, la participación de Trevor Rabin
–un guitarrista joven con nuevas ideas- también contribuyó en el cambio
de sonido de Yes en el disco `90.125` y, particularmente, en “Dueño de un
Corazón Solitario”. Horn y Rabin estaban trabajando en proyectos
distintos y, cuando Rabin mostró el tema terminado, el productor se
sorprendió con la similitud entre los estilos de trabajo que estaban
haciendo.”
Revista
Pelo. Edición 232. Año XV. Febrero de 1985. Buenos Aires, 1985.
[13]
Por orden alfabético: Geoff Downes (teclados); Steve Howe (guitarra);
Trevor Rabin (voz y guitarra); Chris Squire (bajo y coros) y Alan White
(batería), con el acompañamiento de un coro y orquesta de apoyo formada
para el evento. Jon Anderson y Tony Kaye fueron obvios ausentes, por sus
diferencias con el homenajeado.
[14]
WELCH,
Chris. Obra Citada. Pág. 200.
[15]
En Yes, cuando se trata de composiciones colectivas, suele acreditarse en
primer lugar a los autores de las letras y luego a los de la música.
[16]
En cierta forma, Yes ya había transitado por esta senda anteriormente, por
el sonido metálico y trabajo salvaje de Steve en el álbum “Relayer”, ó seis años después, en ciertas canciones del álbum
“Drama”; pero nunca al extremo
como en “City Of Love”. Y, no
por casualidad, lo seguiría haciendo en el disco subsiguiente “Big
Generator” (1987), con la canción homónima; y, a su turno, en la
dupla con Alan para el duelo instrumental de estilos en “Yours Is Not Disgrace”, durante la Gira “Alrededor del Mundo en Ochenta Fechas” (Union Tour).
[17]
Extractado
de la Revista MELLOTRON. Edición Nº 16 (Año 2º, Noviembre de 1997).
[18]
Valle, Andrés Pablo y Lagar, Hugo. Entrevista
a Rick Wakeman. Revista MELLOTRON. Año 4, Nº 28. Buenos Aires, 2000.
[19]
En la Edición
Nº 25 de la extinta Revista Cantarock (Argentina), de fines de 1984 y bajo
el título “Más datos sobre la llegada de YES”, en dos de sus párrafos
se podía leer: “… Para que se den
una idea de la magnitud del equipamento que acompaña el show de los
renovados YES, digamos que se van a utilizar doce camiones semirremolque
para su transporte. A su vez, la energía necesaria para poner en marcha
toda esta parafernalia (electricidad trifásica) será provista por un cable
especial directo desde SEGBA ya que el equipamento electrógeno con que
cuentan los estadios es insuficiente. Parece que (también por primera vez)
podremos ver en escena el tantas veces anunciado (pero nunca concretado)
rayo láser, y para que vean que los muchachos no se andan con pequeñeces,
no traerán uno sino cinco lásers, para los cuales será necesario instalar
un sistema de refrigeración en todos los estadios donde se presenten. Además,
traen tan sólo setecientas luces, entre spots y varilites (…), y cien
speakers para aturdirnos a conciencia. Continuando con los detalles de esta
gira mamut, agreguemos que traen dos juegos completos de escenario, ya que
se necesitan cuatro días para armar y tres para desarmar, y si no no sería
posible cumplir con el calendario previsto. Aparte de los cinco integrantes
de la banda y sus respectivos managers, vienen cuarenta técnicos
procedentes de Francia y Estados Unidos, a los que se le sumarán entre
treinta y cuarenta nativos de estas pampas (para hacer los trabajos más
pesados) en cada lugar donde se presenten. La banda y sus managers se
movilizan en un Lear Jet propio, con el que llegarán desde Río y que también
utilizarán para sus desplazamientos en nuestro país…”.
Además,
el artículo daba cuenta que todo el equipamento llegaba por barco desde
Estados Unidos, salvo el techo de luces especiales que venía de Francia.
Originariamente, en su paso por Argentina, la gira comprendía shows en las
ciudades de Mar del Plata y Rosario pero debieron ser canceladas y
re-programar un show más en el Estadio Mundialista (1978) de Velez
Sarsfield para el 9 de Febrero de 1985, para aquellos que contaban con
tickets para los shows cancelados. Yes, además de Brasil, se presentó en
Punta del Este (Uruguay) y Bs. As.
[20]
Entrevista en Chris
Welch. Obra citada y capítulo citados en Nota Nº 1, pág. 216.
En
un reportaje concedido a Claudio Kleiman y Marcelo Fernández Bitar
(Cantarock, Edición Nº 2, Especial YES), Trevor Rabin dijo “…
La música de Yes es un poco más complicada que la de otras bandas de rock
and roll, pero cuando tuve que aprender las viejas canciones para la gira
fue muy fácil. No es muy complicado, es mucho más difícil hacer John Mc.
Laughlin por ejemplo; es un desafío…”; para luego aclarar (frente a
una pregunta sobre si tuvo, en las viejas canciones de Yes, que re-arreglar
partes) que “Sí, bastante, porque yo no quería tocar exactamente lo mismo. Sigo
tocando las notas que Steve Howe tocaba pero de una forma diferente, y trato
de modernizarlo. A alguna gente le gusta, a otra no.”
[21]
Por razones de costos (transporte, principalmente) y contrataciones con los
productores locales, solistas y grupos no suelen traer a Sud-América el
mismo tipo de concierto que brindan en el Hemisferio Norte. Por ello debe
destacarse los primeros shows de Yes en Argentina: ellos vinieron con el
mismo tipo de show que el ofrecido en Norte América y Europa. Años antes
(1981), Queen hizo lo mismo pero no puede compararse su show con los
brindados por Yes el 1, 2 y 9 de Febrero de 1985 en Bs. As., en el mismo
Estadio Vélez Sarsfield.
[22]
Mientras Jon Anderson en las entrevistas del
video opinaba que una de las razones por las cuales la filmación se hizo en
Edmonton obedecía a un homenaje por haber sido el lugar en continente
americano donde habían debutado en vivo por primera vez (en 1971), su par
Tony Kaye se preguntó así mismo “¿Por
qué Canadá para hacer la película?” y manifestaba no estar muy
seguro si fue mejor hacerlo al final de la gira, cuando considerablemente
todos estaban cansados pues había sido una larga gira y demasiado tiempo
(nueve meses de gira). Alán agregaba que las audiencias en Canadá habían
sido muy buenas como la de esa noche.
YES.
“YesLive
[23]
WELCH, Chris. Ob. Cit. Pág. 200. La
palabra “Touché” pertenece al autor de dicha obra.
[24]
La mayoría
de las opiniones fueron extractadas de la Revista Especializada MELLOTRON
(Argentina), de sus Ediciones Nº 16 (Año 2º Noviembre de 1997) y 28 (Año
4, fines del 2000), salvo donde se indica expresamente.