“Silentio”

William Gray

Independiente - 2012

Temas: 1. Prelude – 2.- Crisis – 3.- The Gift – 4.- Medicine – 5.- La Burla – 6.- Precious – 7.- The Sorcerer – 8.- Type Machinae – 9.- Auditorium – 10.- Dumb – 11.- Cursed – 12.- The Betrayal – 13.- The Search

La Banda: Carolina Azcune [Coros] – Federico Ferme [Guitarras Acústicas Y Eléctricas] – Sebastián Medina [Voz, Guitarras Acústicas Y Eléctricas] – Fausto Manes [Batería] – Maximiliano Rago [Bajo] – Juan Manuel Tavella [Sitar, Santoor, Acordión, Guitarra, Piano, Piano Rhodes Y Órgano Hammond] – Federico Zanzottera [Piano, Órgano Hammond, Acordión Y Sintetizadores].

Músicos Y Coreutas Invitada/Os: Joaquín Angiolini [Bandoneón]; Gonzalo J. Ares [Mandolina]; Marisol Fernández [Flauta]; Patricia Gómez Camps [Coros]; Eduardo Graña [Guitarra]; Santiago Hernández [Udu, Cajón Y Percusión]; Mercedes Manghi [Coros]; Marcela Muollo [Cello]; Y Agustín Uriburu [Cello]. Con Alan Haksten Grupp (Octeto Tango)[1] Y El Coro De La Facultad De Ingeniería De La U.B.A., Siendo Su Director Marcelo Ortiz Roca

Previo a todo, debo formular dos aclaraciones. Primera: reconozco que no sabía de William Gray hasta el último trimestre de este año que empieza a despedirse. W.G. representaba (para mí) tan sólo un grupo que se disponía a presentar su nueva opera-rock el 20 de Noviembre en The Roxy Live (Buenos Aires), según las publicidades de algunos medios y programas de rock progresivo. Gustavo Bolasini -amigo, productor  y co-conductor del programa radial “El Retorno del Gigante” (FM Patricios, FM 95.5- Lunes de 22 a 23 Hs)-, en nuestras charlas, me hablaba de ellos y me recomendaba escucharlos; y no fue hasta que estuvieron en su programa, Emisión Nº 620, que escuché algunas canciones y a dos de sus integrantes –atentamente- en la entrevista que el conductor les hiciera. Casi dos meses después, estoy comentando su segundo álbum: “Silentio”.

La segunda aclaración es aportar un poco de información acerca de la banda con el objeto de comprender cómo arriban a este presente, con su segunda edición discográfica. W. G. comienza como un proyecto solista de Sebastián Medina, con el fin de agrupar estilos musicales y estéticos, a efectos de componer y llevar a escena óperas rock audiovisuales. En ese contexto, surge la opera prima titulada “Living Fossils”, que fue publicada en forma independiente durante el 2006 e incluye a varios de los músicos que actualmente conforman la banda. Una ópera rock cuya edición cosechó elogiosos comentarios y reconocimientos tanto a nivel local como extranjero. Pero mucha agua corrió debajo del puente, desde entonces. W. G. deja de ser un proyecto solista para convertirse en proyecto grupal, con varios cambios de personal en el post-“Living Fossils” y el actual momento por el que transita el grupo, sumado a la concepción de una nueva obra -ésta que pasaré a comentar- y su extenso proceso de grabación (tres años). Proyecto que incluye a los músicos mencionados y una extensa lista de músicos, coro y octeto de tango, que también participaron de la grabación de “Silentio”.

La banda toma su nombre del escritor inédito Guillermo Gray y parte, en sus letras, de relatos fantásticos de este autor, hallados luego de su fallecimiento y situados en la Buenos Aires de la primera mitad del Siglo XX.  En el caso de esta obra en particular, se parte de textos que sitúan la historia de un niño de diez años (Tomás), de carácter introvertido e internado en un colegio pupilo, en la Argentina de la década de 1940. Buscando la aceptación de sus pares, Tomás ingresa con ellos a una casa abandonada, que termina incendiada como consecuencia del provocativo uso de pirotecnia de Tomás, instigado por sus compañeritos. Shockeado, Tomás logra salvarse del accidente pero a costa de una peculiar habilidad: escuchar voces (historias) provenientes de los objetos. Hasta que resulta internado en una Clínica Psiquiátrica y lo empiezan a medicar… provocando la desaparición de esas voces “supuestamente”. Esa es la historia que inspira a gestar esta producción multimedial (literaria, audiovisual).

Con la historia de Tomás como concepto y las letras a cargo de Guillermo Rubens, Sebastián Medina (líder y mentor de W. G.) y Federico Zanzoretta compusieron la música de la ópera rock, salvo el Track 5, “La Burla”, en el que comparten créditos compositivos con Alan Haksten. En cambio, en materia de arreglos, participa la banda en pleno y algunos invitados a tocar, capitalizando así la riqueza proveniente de sus distintas personalidades y respectivos gustos + formaciones musicales. Porque, en W. G. -según propias palabras de Sebastián- cada miembro o músico invitado fue no sólo informado de la historia, letras y concepto, sino también consultado y sus ideas/arreglos receptados, más allá de su pericia y el conocimiento en la especialidad del instrumento que toca y el género que mayormente domina. Por lo que podría afirmarse que la música de este álbum goza de un carácter “democrático” (si se permite el término en este contexto) y de “idoneidad” como cualidades salientes.

La obra se distribuye en trece composiciones, mayormente bajo la forma de canción y con tan sólo tres temas estrictamente instrumentales [“La Burla”; “The Sorcerer” y “The Betrayal”]. Tal y como lo pregona la banda misma en blogs y perfil de Facebook, el oyente escucha una mixtura de géneros musicales tales que transitan desde el prog-metal hasta el gótico (puedo afirmar que “Preludio” es un ejemplo de ello), no sin fusionarlos con elementos de rock, música clásica, flamenca y de nuestras raíces más representativas, como el tango y el folklore. Todos ellos, perfectamente ejecutados por un formato de típica banda de rock como base, al que se van incorporando –en la ocasión- el Alan Haksten Grupp [Octeto Tango], el Coro de la Facultad de Ingeniería de la U.B.A. -conducido por Marcelo Ortiz Roca- y una interesante lista de coreutas y músicos invitados, aportando riqueza tímbrica a la música de “Silentio”.

Salvo contados casos [“Medicine”, “La Burla” y “The Sorcerer”], como ya he anticipado, los temas no pueden encasillarse en un solo género: ¡olvidarse de ello!. Tomemos, por ejemplo, “The Gift” [Track 3]: tranquilamente uno podría calificarla como una interesante canción acústica, balada rock-folk, pero sería una ligereza y en vano: de pronto (hacia el minuto 3:21) arremeten con unas secciones de flamenco y de folklore argentino -con especial lucimiento de palmas, percusión y pianos (respectivamente)- para poco más de un minuto después sí retornar a la estructura melódica distintiva de la canción, con cellos protagónicos obrando de enlace. En “Type Machinae” (uno de los temas elegidos para escuchar en la emisión Nº 620 del programa “El Retorno del Gigante”), en su introducción pareciera estar escuchando a King Crimson de los Ochentas (1979-1984), por esa analogía y familiaridad del stick de Tony Levin; y -sin embargo- ése es el aperitivo que acompañará como leit motïv a una exacta pieza de prog-metal, con reminiscenciass de The League of Crafty Guitarist, California Guitar Trio y un breve sólo de órgano Hammond en su interior. “Cursed” [Track Nº 11] -otro de las canciones destacadas- desconcierta con esa mixtura ambiental de Asia Menor e India, en su introducción, junto al rock metálico y calmos pasajes de guitarra acústica (vagas raíces zeppelianas asoman por allí, en las cadencias). Ó el caso de la canción de cierre de la ópera: “The Search”, donde conviven y se amalgaman géneros tan diversos como también protagonismo secuencial de ejecución de instrumentos igualmente distintos (guitarras eléctricas, cuerdas, piano y bandoneones). Escuchamos prog-metal, clásica y un soberbio cierre bien tanguero (entiendo que lo es con ayuda del Octeto Tango de Alan Haksten).

Investigando en sus blogs o perfil de Facebook, es curioso no encontrar a Mostly Autumn entre sus “influencias” o “Artistas que nos gustan” porque -al escuchar canciones como “Medicine” [Track Nº 4]- es como si dicha banda, Mel Collins y Robert Fripp la estuvieran tocando; o bien Steven Wilson (Porcupine Tree). “Precious” [Track Nº 6] se encuadra aún más en el estilo de los primeros álbumes de Mostly Autumn: su canto -por Sebastián Medina- acompañado por coros femeninos me recuerda a la voz de Brian Josh y los apoyos de Heather Findlay[2]; mientras que el solo de teclados final es típicamente progresivo (ya sea que se lo ubique en el clásico como en el neo). Ambas canciones son, quizás, lo más puro y representativo del rock progresivo-sinfónico del álbum. Algunos podrán incluir en este lote a “Auditorium” [Track Nº 9] pero considero que esta soberbia y bellísima pieza trasciende dicho género, para inscribirse en esa amalgama de estilos que he comentado antes (con el Coro de la Facultad de Ingeniería de la U.B.A. teniendo su momento estelar aquí). Por otro lado, piezas de género único podemos disfrutar en las instrumentales “La Burla” (tango, con sobresaliente con participación del Alan Haksten Grupp - Octeto Tango) y en la brevísima “The Sorcerer” [Track Nº 7] (de aires folklóricos al escuchar el piano).

Pero el concepto no se detiene allí en la música, en las canciones. La faz gráfica del álbum se integra como un todo, con logrados dibujos en uniforme y coherente estilo, pensamientos en retrospectiva del personaje -que acompañan a cada letra ó título de los temas instrumentales- dispuestos a modo de ayuda para comprender la historia. Todo ello a cargo de Juan Manuel Tavella, quien es tecladista mismo de la banda y profesional ilustrador, con libros propios. Por supuesto, que la otra base de este trípode está más allá de la obra discográfica… en las proyecciones y demás recursos a la hora de tocar en las presentaciones en vivo lo editado.

Y ya que estamos en esta faz gráfica, es meritorio el emprendimiento en la materia, destacando tanto el arte de tapa como la disposición de libro interno. Ambas en directa consonancia con la historia que sirve como hilo conductor de la obra. Completa información de ficha técnica, que disipará toda inquietud que hubiere al respecto. Eso sí, los textos están dispuestos en idioma inglés por la sencilla razón de proyección y destino internacional, habida cuenta de la buena repercusión que “Living Fossils” ha obtenido. En este sentido, “Silentio” es una obra para atesorar.

Uno de los aspectos colaterales más llamativos del álbum fue el tiempo que demandó su grabación y edición (tres años), tomando en consideración la distancia respecto a la publicación de su opera prima -“Living Fossils”, del 2006-. Aspecto que ha sido expresamente advertido y preguntado en las entrevistas realizadas a miembros del grupo[3]. Sebastián Medina y Federico Zanzottera lo han resumido en los siguientes lineamientos: 1) El contar con un estudio de grabación propio -lo cual facilita una laxitud en el tiempo- con ventajas y desventajas que ello trae; y -como consecuencia de esto- dos conceptos más: 2) un proceso de retroalimentación entre la música y la historia, respectivamente[4]; y 3) El hecho que la grabación en sí misma fue realizada con todos los recaudos y requerimientos que demandó, tomándose el tiempo que fuere necesario para tal fin. Y, en el proceso, se presentaron  interesantes iniciativas, como la posibilidad de contar con un Coro Polifónico y una orquesta. A juzgar por el resultado final de la obra que se nos obsequia, es mi opinión que el tiempo dispensado operó a favor de la calidad artística y terminará siendo tan solo eso: un detalle llamativo y nada más. Como diría el célebre Chris Squire, “… No me digas cuánto va a tardar, sólo avísame cuando esté bien”[5].

Otro aspecto fue calificarlo como continuación de “Living Fossils”, lo cual también los propios mentores se ocuparon de refutarlo puesto que este último mencionado fue inspirado en otro texto de Guillermo Gray y, de allí, la diferencia de concepto. Por otro lado, es mucho tiempo el que ha transcurrido en la evolución de W. G. como proyecto desde entonces, creciendo como banda y democratizándose en cuanto tal.

Foto del grupo de su presentación en The Roxy Live Bar, del 20/11/12

Derechos Intelectuales pertenecen al autor y W.G. Expuesta a fines ilustrativos.

En definitiva, lo que tenemos aquí es una nueva Ópera rock de William Gray, basada en uno de los textos póstumos e inéditos del autor Guillermo Gray, acerca de la historia de un niño de diez años y las particulares vicisitudes de una de sus experiencias. Musicalmente heterogéneo, a cargo de una banda muy afianzada y acertados invitados que se lucen. Estética y musicalmente impecable, destacándose por la calidad de sonido. Creo que, por más que Sebastián Medina haya dicho que “… no queríamos un disco muy editado, sino bien tocado y con matices y buenos aportes de los músicos invitados…”[6], “Silentio” muy bien se califica por todos los aspectos involucrados: concepción, composición, grabación, mezcla, masterización, producción en general y edición, entre otros. Personalmente, lo positivo que me sucedió al escucharlo fue generar en mí el interés suficiente como para investigar e interiorizarme más en la banda. Hecho que, si una obra musical gusta, suele ser frecuente que suceda en los oyentes. Pues, entonces, que suceda.

 

Hugo Lagar

Burzaco, 22 de Diciembre del 2012.

Fuentes Consultadas:

“El Retorno del Gigante”- Programa Radial [FM Patricios 95.5, Bs. As.]. Emisión Nº 620, 2º Bloque. Entrevista por Gustavo Bolasini.

Spinelli, Víctor. “William Gray: No queríamos un disco muy editado, sino bien tocado” (sic). Entrevista con fecha 20/11/12 para Radio Rock.com.ar. En página web www.rock.com.ar , Secc. Novedades.

The Musical Box Virtual – En www.themusicalbox.com.ar

William Gray contactos virtuales: perfil en Facebook propio y páginas web sitas en http: //www.william.com.ar y http://www.myspace.com/williamgrayband   

 



[1] Integrado por: Alan Haksten (Guitarra) – Alejandro Abonizzio (Doble Bajo) – Juan Manuel Borjas (Piano) – Aldana Bozzo (Bandoneón) – Hernán Díaz Karich (Violín) – María Florencia Prieto (Violín) y Agustín Uriburu (Cello). Músico Invitado: Joaquín Angiolini (Bandoneón)

[2] Elementos de Mostly Autumn también pueden advertirse en algunos pasajes de “The Gift” [Track Nº 3] y en el cuasi-céltico “Dumb” [Track 10]. 

[3] Cito a título de ejemplo: a) La entrevista ya mencionada del programa radial “El Retorno del Gigante”, en su emisión Nº 620, segundo bloque; y b) Entrevista de Víctor Spinelli (fechada en 20/11/2012) para Radio Rock.com.ar (www.rock.com.ar), en su sección R noticias.rock.com.ar. Entrevista titulada “William Gray: `No queríamos un disco muy editado, sino bien tocado´ “.

[4] Es decir, a partir de la música generar la historia y viceversa (a partir de la historia general la música, los climas, las atmósferas musicales).

[5] Tomada de la opinión de Steve Howe, respecto de la grabación del álbum “Going For The One”. Extractada de la Edición Especial de la Revista Mellotron “Yes. Un recorrido por su historia”. Por Andrés Pablo Valle. Pág. 13

[6] Procedente de la Fuente b) de la Nota Nº 2.